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Estudiantes apoyan el Inem después de agresión con arma blanca a una estudiante

Foto: Cortesía Luz María Múnera



Con el lema "Todos Somos INEM", egresados y estudiantes de la institución educativa José Felix de Restrepo se concentran a esta hora en la estación Poblado del Metro de Medellín. Con arengas, volantes y pancartas, los manifestantes exigen respeto por el buen nombre de la institución, luego de que en redes sociales se cuestionara el tipo de educación que reciben los alumnos de ese plantel.

El ataque con arma blanca del que fue víctima una estudiante de 12 años por parte de sus compañeras, inundó las redes sociales de comentarios, memes y campañas contra el colegio. Por eso, César Cadavid, líder del Movimiento Todos Somos Inem, aseguró que el terrible caso de matoneo registrado esta semana es un problema de sociedad, que debe abrir una reflexión sobre la tolerancia y el respeto, valores que se deben inculcar desde el hogar.

"Debemos reflexionar sobre lo que estamos haciendo como sociedad, vamos a ayudar a la niña agredida, todos somos Inem, Vamos a dejar bien el nombre del colegio, es una de las mejores instituciones de la ciudad, esto no se registraba hace 8 años, pero no puede opacar toda la contribución a la educación".

La manifestación de la comunidad del Inem tiene 3 objetivos: ayudar a la niña agredida, quien recibió la herida con arma blanca en un pulmón; reflexionar sobre la responsabilidad de la sociedad en este caso de matoneo y exigir respeto por el buen nombre del colegio. Por eso, Cadavid explicó que entregarán volantes con una recopilación de los premios y reconocimientos que tiene la institución, una de las más grandes de la ciudad, con una capacidad para 4 mil 700 estudiantes.

Luego del ataque con arma blanca a la menor, quien fue herida por defender una niña a quien le estaban cortando el cabello, las agresoras se entregaron a las autoridades. Por ser mayores de 14 años ya son penalmente responsables y por eso la Fiscalía les imputó el delito de tentativa de homicidio agravado, con una posible privación de la libertad de 2 a 8 años. Como medida preventiva y por las pruebas en su contra, un juez las envió a un centro de reclusión para menores.