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Alcaldes de ciudades capitales piden apoyo de la Fiscalía para la paz con las pandillas de Quibdó



En una carta de 4 párrafos, los alcaldes de Bogotá, Valledupar, Ibagué, Armenia, Riohacha y Neiva, le pidieron al Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, que agilice la elaboración de una hoja de ruta judicial para apoyar el proceso de paz que la alcaldía de Quibdó firmó hace 4 meses con 800 jóvenes pandilleros de la capital chocoana.

Los alcaldes le pidieron al Fiscal que designe "una oferta judicial que le permita a los jóvenes resolver su situación jurídica", además, reconocen que "el proceso ha dado muy buenos resultados en la reducción de la criminalidad y la de delincuencia, por lo que se hace necesario la continuidad del proceso de paz". El alcalde de Quibdó, Isaías Chalá, aseguró que además del apoyo judicial, lo más importante es encontrar ofertas de trabajo para que los jóvenes no pierdan la voluntad de abandonar los grupos ilegales.

En la carta, los alcaldes de las ciudades capitales agregan que "se hace necesario el abordaje inmediato del tema por el riesgo que se corre por parte de la ciudadanía en general, debido a la intermitencia de las acciones que se han podido adelantar". Finalmente, los mandatarios le expresan el "apoyo irrestricto" al alcalde de Quibdó para que continúe con el proceso, con el fin de pacificar a la capital de Chocó.

En su momento, el alcalde de Quibdó manifestó  que la ciudad no tiene ni los recursos económicos ni la experiencia necesaria para mantener un proceso de paz de esta magnitud, del cual no se tienen precedentes en la región. Por eso, sigue insistiendo al Gobierno Nacional para que se vincule con ofertas de empleo y orientación en temas jurídicos, antes de que los jóvenes pierdan interés de mantenerse en el proceso de paz.

A finales de septiembre del año pasado, el alcalde de Quibdó y el líder de las pandillas firmaron el acuerdo de paz, en un evento apoyado por la Iglesia Católica. Días anteriores, el obispo Juan Carlos Barreto había asegurado que la ciudad afrontaba "ríos desangre", principalmente, por las pocas oportunidades de empleo para los jóvenes.