Cerca de 3.000 indígenas, en alto riesgo de desplazamiento en Antioquia

Por la alta presencia y amenazas de grupos armados ilegales, trece comunidades indígenas, representadas en cerca de 3 mil ancestros, están en riesgo de desplazamiento en Urrao y Vigía del Fuerte en Antioquia. 

Por ahora, las primeras 70 familias que abandonaron sus territorios y se refugiaron en la escuela del resguardo Majoré de Urrao, se encuentran confinadas, sin alimentos y en riesgo de contraer enfermedades.

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El consejero de Derechos Humanos de la Organización Indígena de Antioquia, Alexis Espitia, denunció que los ancestros se han quedado sin comida, pues les da miedo ejercer sus labores de campo por temor a quedar en medio del fuego cruzado o ser víctimas de las minas antipersonal.

"Es posible que se puedan presentar más desplazamientos, en ese sector están trece comunidades, cerca de 3 mil indígenas, que están en alto riesgo por el ingreso masivo de actores armados ilegales y sus intimidaciones".

Por ahora, las familias desplazadas piden ayudas humanitarias urgentes, pues básicamente están a la intemperie y sin condiciones de seguridad para permanecer en sus resguardos.

Entre tanto, el comandante de la Séptima División del Ejército, general Juan Carlos Ramírez Trujillo, dijo que con sobrevuelos intentan llegar a la zona. Sin embargo, hasta ahora ha sido imposible, pues aún tratan de hacer presencia en el lugar y verificar las condiciones de esa comunidad. 

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"Hay tropas movilizándose por tierra hacia esos puntos, ahí tenemos una operación contundente para proteger a la población civil, de hecho, se han realizado operaciones aéreas con el fin de atacar a esos actores armados organizados".

En total, serían mil las familias de los resguardos Valle de Pérdidas y Andabú, que abandonarían el territorio, al parecer, por las intimidaciones de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, (AGC), y el Clan del Golfo.

Finalmente, la Organización Indígena de Antioquia, (OIA), hizo un llamado urgente a los gobiernos Nacional y Departamental para que, con presencia de la Fuerza Pública garanticen la seguridad de las comunidades ancestrales, sobre todo cuando en su mayoría sin niños y adultos mayores.