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Bolívares
Bolívares.
Foto: Colprensa

Uno tras otro se montan a los buses como cualquier vendedor ambulante, pero no precisamente para ofrecer caramelos sino plata a cambio de plata.

Esa es la labor diaria de una familia de diez venezolanos en Medellín que se suben al transporte público para pasar puesto por puesto y entregar un ramillete, cocido con una grapa, de 3.600 bolívares a cambio de cualquier billete de pesos colombianos que le permitan subsistir.

Humberto Zambrano, quien perdió su trabajo como operador de audio, llegó con su esposa y sus dos hijos hace un mes a la capital antioqueña con el sueño de nuevas oportunidades, pero hasta ahora sólo encuentra como salida vender sus miles de bolívares. 

Entrega un 'paquetico' de billetes con cinco denominaciones: uno de 2.000, otro de 1.000, uno de 500, uno más de 100 y un restante de 50 bolívares. Cantidad que equivalía a unos tres salarios mínimos en 2010, pero con los que hoy no se compra ni un dulce en Colombia.

"En Venezuela, no se compra, ni lo que ustedes llamaban acá, un confite. Absolutamente nada. No nos alcanza. Una libra de arroz nos está costando 450 mil bolívares, mientras que un trabajador semanalmente gana 120 mil", comentó.

Los venezolanos prefieren esta modalidad de venta que las casas de cambio, pues allí prácticamente les darían monedas por los ahorros de toda una vida. Por lo que negocian con los ciudadanos al precio que ellos consideren.

"Es lo que la gente quiera darme por esos billetes. En Medellín, vivo de eso. Muchas personas me han apoyado, y me han dado hasta 10 mil pesos", dijo Humberto quien a diario carga en su morral  unos 100 mil bolívares que hoy no valen ni 10.000 pesos colombianos.

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