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Con "Súmate por Mí" buscan evitar el reclutamiento de menores en Antioquia.
Con "Súmate por Mí" buscan evitar el reclutamiento de menores en Antioquia.
Cortesía: RCN Televisión.
Durante un encuentro con víctimas del conflicto armado en Antioquia, exguerrilleros de las Farc reconocieron las consecuencias de la presencia de los frentes 47, noveno y 'Jacobo Arenas', en los municipios de Argelia, Nariño, Abejorral y Sonsón. 
 
Además de los secuestros, bajo la modalidad de pesca milagrosa, en las carreteras del oriente antioqueño,  Jesús Mario Arenas Rojas, conocido como 'Marcos' y quien fue comandante del frente urbano 'Jacobo Arenas', reconoció que sí se realizaron reclutamientos forzados de menores de edad. 
 
 
Arenas asumió la responsabilidad por “el secuestro indiscriminado de personas en Sonsón donde, con la modalidad de pescas milagrosas, privamos de la libertad a humildes trabajadores y comerciantes (...) Nos responsabilizamos y pedimos perdón a todos los pobladores del municipio de Nariño por las tomas guerrilleras (...) A los argelinos les decimos que sí tuvimos menores de edad en nuestras filas”.
 
En esta última localidad se estima que por lo menos 200 menores, entre los 10 y los 15 años, fueron obligados a pertenecer a las filas de la extinta guerrilla. 
 
El excomandante guerrillero Jesús Mario Arenas dijo que el ingreso de niños, niñas y adolescentes a la organización “privó a sus familias de los afectos del hogar, de su educación, de su trabajo en su parcela”.
 
Sorany López, víctima sobreviviente del conflicto armado y líder comunitaria de Argelia, explicó que estos procedimientos se ejecutaban a cualquier hora del día y sin importar las súplicas de los familiares para que los jóvenes no fueran retenidos.  
 
López manifestó que, “pese a que sus madres lloraban y suplicaban que no se los llevara, no les importaba, eran considerados como la cuota para la guerra”.
 
En relación a lo ocurrido en Nariño, los representantes de las Farc que se acogieron al acuerdo con el Gobierno, confesaron su participación en la toma de 1999. 
 
“Varios de los presentes acá dirigimos y estuvimos en esa toma, ahí hicimos uso desproporcionado de la fuerza, utilizando carros bomba y cilindros con explosivos, que produjeron grandes destrozos y daños no solo en el cuartel de Policía si no a casas de familias humildes y sus bienes, y que ocasionaron la muerte de civiles inocentes”, enfatizó Arenas Rojas. 
 
La aceptación de estos crímenes de lesa humanidad se hizo a propósito de los diálogos de la verdad que buscan construir el relato del conflicto armado, contando la perspectiva de todos los actores. 
Fuente

Sistema Integrado de Información

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