Habitantes de Cáceres pasan el día en sus casas pero duermen en albergues

Cáceres es uno de los tres municipios que tiene alerta roja por Hidroituango. A diferencia de Valdivia y Tarazá, en esta localidad la dinámica es diferente.

Los 24 mil habitantes llegan a las 6 de la tarde a los albergues en los cerros Candilejas y Los Platinos, donde pasan la noche. Al amanecer, van a sus casas para asearse y comer.

Al cumplirse tres semanas de la emergencia, el alcalde encargado de Cáceres, Rafael Sánchez, aseguró que la comunidad está desesperada. No hay trabajo, el comercio no abre y se redujo la llegada de frutas y verduras, por el cierre de la troncal que comunica a Medellín con la Costa.

“La población no ha podido ejercer sus labores diarias de barequeo y pesca, entre otros. La gente no ha podido laboral, eso es lo que tiene al pueblo en vilo. Los carros de verduras entran una vez por semana y cuando la vía está cerrada, no llegan”, dijo el mandatario local.

Las 4.700 familias, muchas integradas por mujeres y niños, reclaman claridad sobre el tiempo que deberán permanecer en esta incertidumbre. La temperatura supera los 40 grados en este municipio del Bajo Cauca antioqueño, lo que aumenta las incomodidades en los refugios.

En caso de un desprendimiento de la presa, la creciente súbita llegaría a Cáceres en 2 horas y 10 minutos, inundando prácticamente todo el casco urbano.

Situación en Tarazá

Por la nueva alerta roja, los negocios completaron seis días cerrados. La compra y venta de bienes y servicios, así como la mano de obra local están detenidas.

Las pérdidas son millonarias. Alex Vitar Garrido, propietario de una ferretería, aseguró que llevan un mes en zozobra, al no saber cuándo podrán reabrir definitivamente los locales y estar seguros en sus casas.

Las ventas se han reducido en un 60 por ciento.