JEP entregó dos nuevos cuerpos de personas desaparecidas en cementerio de Dabeiba, Antioquia
Para la identificación de los restos fueron claves los testimonios de exmilitares.
Tras varios años de búsqueda e incertidumbre, familiares y cercanos a dos hombres identificados como Óscar de Jesús Durango y Jorge Andrés Ortiz Zapata pudieron recibir dignamente sus restos para darle sepultura, gracias a labores adelantadas por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Estas dos víctimas fueron identificadas en el marco del caso 'Asesinatos y desapariciones forzadas en el cementerio Las Mercedes de Dabeiba perpetrados por miembros de la Fuerza Pública'.
El cuerpo de Durango fue recuperado en la segunda fase de intervención en este campo santo del occidente antioqueño entre el 16 y el 22 de febrero de 2020. Allí, la JEP contrastó los aportes a la verdad suministrados por comparecientes y testigos que, en este caso, hicieron posible el hallazgo.
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Por su parte, Zapata se encontraba desaparecido desde el 23 de marzo de 2007 y era un joven desempleado y que contaba con un diagnóstico de trastorno esquizofrénico y psicótico agudo.
El hallazgo de sus restos se dio a partir de la información aportada por Levis de Jesús Contreras, soldado que pertenecía al Batallón de Contraguerrillas No. 79 y uno de los diez comparecientes que la JEP imputó por 'falsos positivos' en Dabeiba.
"Nunca tuvo problemas con la justicia, no era de bandas, era de buenos principios, era un muchacho ingenuo y le gustaba trabajar", había dicho dentro dentro del proceso judicial Jorge Elías Ortiz Ríos, padre de Jorge Andrés.
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Para el tribunal, creado tras la firma del acuerdo de paz con las Farc, este particularmente se convierte en un caso especial enunciado como crimen emblemático del segundo patrón criminal, pues las investigaciones y los testimonios demostraron no solo cómo miembros de la fuerza pública ejecutaron extrajudicialmente civiles, sino de qué manera las víctimas eran llevadas con engaños hasta las zonas de los hechos desde municipios como Medellín y Turbo, para presentarlas como resultados operacionales.
Según la JEP, "en este patrón los grupos paramilitares en proceso de desmovilización y post-desmovilización tienen el rol de proveedores de armas para lograr su encubrimiento".
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