Opiniones divididas por autorización de las corralejas en Caucasia, Antioquia
Los simpatizantes consideran que es una tradición cultural y los detractores afirman que promueve el maltrato animal.
La Alcaldía de Caucasia publicó la resolución mediante la cual autorizó a una junta privada para la organización de las “Fiestas Culturales de Corralejas” el 29, 30 y 31 de diciembre, así como el 1, 2 y 3 de enero en una finca adecuada para dicho fin cerca de la Troncal de Occidente.
El aforo máximo es de 2.500 personas. Se declaró la alerta amarilla hospitalaria “para atender de manera inmediata” “las eventualidades que se puedan presentar” en este municipio del Bajo Cauca antioqueño.
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El secretario de Gobierno de Caucasia, Aris Cárcamo, aclaró que la administración otorga el permiso para la organización de este evento privado, pero no es patrocinadora de las corralejas, una tradición de hace 40 años en el municipio.
"Se exige cumplir lo que emana la Corte Constitucional para la protección de los animales, los protocolos de bioseguridad y la exigencia del carné de vacunación. Tendrá acompañamiento de Bomberos, Defensa Civil y Policía, entre otras entidades, para realizar este evento de carácter cultural y masivo", señaló.
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El defensor de los animales, Juan Guillermo Páramo, rechazó las corralejas al considerar que atentan contra los animales y ponen en riesgo a las personas que se tiran al ruedo a cambio de dinero.
"Es una apología total al maltrato animal tanto a los toros como a los caballos y a la degradación humana porque muchas de estas personas, sin recursos, reciben $20.000 o $30.000 de espectadores que están en las tribunas y que les piden que se metan con los toros y muchas veces salen heridos", afirmó.
En una carta enviada al alcalde de Caucasia, Jefferson Sarmiento, la Secretaría de Ambiente de Antioquia le recordó que está vigente una ordenanza que prohíbe el uso de instrumentos que laceren o mutilen a los animales y se “obliga a la utilización de elementos de protección” como cintas adhesivas y petos.
Los animales no pueden sufrir hambre ni sed, temor o angustia, dolor ni molestia física o térmica. Además se deberá garantizar su atención con médicos veterinarios suficientes.
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