Puerto Valdivia, pueblo fantasma tras evacuación por emergencia en Hidroituango

En menos de dos horas, 2.194 habitantes del corregimiento de Puerto Valdivia, norte de Antioquia, salieron con las pocas pertenencias que lograron empacar -bolsos, ropa y algunos colchones-, tras la alerta máxima por obstrucción en la casa de máquinas del proyecto Hidroituango.

En cuestión de minutos las calles quedaron vacías y silenciosas. Paradójicamente, las aguas que corren por el río Cauca son las que se encargan de generar el ruido, que se ha convertido en el “terror” de los pobladores. 

El afluente pasó de 2.500 metros cúbicos por segundo, caudal habitual en época de lluvias, a 6.000 metros cúbicos por segundo.

-Puerto Valdivia: pueblo fantasma -

Hoy jueves, la luz del sol fue lo que percató a los niños, ancianos y adultos de que había amanecido, pues ni los gallos cantaron como habitualmente lo hacen. No hay carros, motos o bicicletas transitando las calles; están totalmente desoladas.

RCN Radio recorrió algunas de las calles del corregimiento y lo único que observó son puertas y ventanas cerradas con grandes candados. Algunas luces quedaron encendidas. En el coliseo, donde se albergaron las primeras familias, quedan sólo los juguetes que dejaron los más pequeños. 

Aunque el caudal del río Cauca se normalizó a las 2:45 de la tarde ayer, según EPM, las medidas preventivas de desalojo en los pueblos ribereños se mantienen vigentes, así como el miedo de sus habitantes, pues la alerta sigue siendo máxima.

-Los afectados-

Hasta las primeras horas de la mañana de hoy -17 de mayo-, las familias sólo han tomado aguapanela, pues no hay alimentos y muchos menos tiendas o locales abiertos para ir a comprar.

Sin embargo, ya llegaron varios camiones de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo con kits de aseo y comida, pero aún no han sido distribuidos.

Muchas familias, con miedo hasta de quedarse en los albergues, decidieron pasar la noche en pequeños hoteles. En una misma habitación durmieron más de siete y ocho personas. 

Así es el drama que viven las familias afectadas, quienes temen por sus vidas y por una nueva creciente del río Cauca: “Nos dijeron ábranse ya, no saque casi nada. Nosotros arrancamos de una, salimos corriendo, pero alcanzamos a sacar unas mechitas, al menos para tener ropa”.

Entre tanto, algunos adultos mayores lograron, en pocos minutos evacuar con algunos enseres como colchones, sábanas y camas.

“Lo único que alcancé a sacar fue una cama y una colchoneta. Es muy triste, salimos prácticamente con lo que teníamos puesto”.