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Atraco armado a caminantes en la quebrada La Vieja

Panorámica de Bogotá / Foto RCN Radio



Una docena de caminantes frecuentes de un sendero próximo a la quebrada La Vieja, en los cerros orientales de Bogotá, denunciaron el atraco armado del que fueron víctimas el pasado domingo por parte de varios sujetos que portaban una escopeta hechiza, varios machetes y un hacha con los cuales los despojaron, a plena luz del día, de su dinero, objetos personales y hasta prendas de vestir.


Entre el grupo de los que fueron asaltados se encontraba un ciudadano chileno quien contó a RCN Radio los momentos de miedo que vivieron durante el atraco que se prolongó casi una hora en la que permanecieron tirados en el piso, bocabajo, amordazados, atados y con los ojos vendados, abandonados a su suerte, pues ninguna autoridad estuvo cerca al lugar del asalto pese a ser un sendero bastante concurrido los fines de semana.


"Llegamos a la cima de la montaña una hora, hora y cuarto después de haber iniciado el recorrido desde la Carrera Séptima y cuando estábamos casi al final, salieron detrás de la roca dos sujetos. Yo iba con dos amigos y detrás mi esposa con otros dos amigos, cuando estos hombres salieron con una escopeta hechiza y un machete; nos insultaron, nos pusieron de rodillas, y mientras tanto salieron otros dos sujetos con machete y una hacha… nos pusieron de pie y nos llevaron hacia una cueva absolutamente oculta que no se ve desde el sendero", contó a RCN Radio Echenique.


“Mi mi miedo fue cuando vimos otras 4 personas boca abajo amordazadas y no sabíamos si estaban muertos porque no se movían… Allí nos quitaron celulares, dinero, zapatillas, joyas y nos pusieron igual que a los otros, bocabajo y nos golpearon porque levantábamos la cara, nos dieron patadas pero para disminuirnos y asustarnos”, narró el chileno.


Dijo que luego aparecieron otras dos personas más y a quienes los asaltantes les hicieron exactamente lo mismo; “estuvimos 45 minutos o una hora, nos pedían las claves de los celulares y de las tarjetas de crédito y que volverían, si dábamos mal la información… finalmente nosotros nos soltamos y tuvimos que bajar descalzos y eso fue muy duro", concluyó el ciudadano chileno.


Reflexiones sobre la seguridad del sendero


Este caso que ocurrió el pasado domingo llevó a Echenique a invitar a una reflexión sobre la forma como tantas personas fueron asaltadas sin que ningún autoridad se percatara a tiempo porque no existe vigilancia ni protección del sendero de la Quebrada la Vieja los días domingos, que es el único día en que muchas de las personas que el resto de la semana trabajan pueden salir a caminar en familia y hacer algo de deporte.


La zona es un sendero muy transitado, una ruta que hemos subido 15 veces en grupo desde la circunvalar por la calle 68 cerca al Club Metropolitan, hay un sendero y llega a una casa abandonada con una antena, por el lado norte de la quebrada la Vieja, contó el ciudadano chileno.


Dijo además, que casos de atracos en los cerros orientales han sido bastantes; “la policía presta seguridad temporal hasta las 10 a. m. y los sábados, pero nosotros solo podemos los domingos, y sube mucha gente con sus familias y sus mascotas… pero no pensamos jamás que nos fueran a atracar y amordazar durante 45 minutos”.


También llamó la atención de las autoridades que para recibirles la denuncia en el CAI más cercano a donde ocurrieron los hechos, se demoraron cinco horas, con el argumento de que como era domingo era más difícil el traslado de los equipos.


“En el CAI nos atendieron bien pero nos tuvieron 5 horas para atendernos; el CAI queda bajando de la quebrada La Vieja; la Policía nos fue a buscar a la subida y nos llevaron al CAI … nos empezaron a tomar declaración la Policía, la Sijín y salimos a las 5 p. m., no me puedo quejar del trato de la Policía, pero fueron muy demorados, cosas de burocracia supongo”, señalo José Miguel Echenique.


Y concluyó: “pero nuestra intención es que se tomen las medidas y que uno pueda transitar tranquilo por los lugares… no nos fuimos a meter a un sitio extravagante o inseguro, muy cerca de la Séptima y eso es lo que nos preocupa porque éramos familias desprevenidas que solo queríamos disfrutar de la naturaleza un domingo tranquilo”