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Bandas criminales compran virginidad de niñas para celebrar fiestas de sus hijos: Fiscalía

La Fiscalía General advirtió que las denominadas bandas criminales, como el Clan del Golfo, están valiéndose de prácticas aberrantes en materia de violencia sexual

Imagen referencial // Foto: Ingimage



La Fiscalía General advirtió que las denominadas bandas criminales, como el llamado Clan del Golfo, están valiéndose de prácticas aberrantes en materia de violencia sexual como comprar la viriginidad de niñas para celebrar las fiestas de los jefes de estas organizaciones. (Lea también: Alarmante radiografía de violencia contra los niños en Colombia, revela la Fiscalía)

Así lo reveló a RCN Radio Mario Gómez, delegado para la Infancia y la Adolescencia de la Fiscalía, quien incidió que arreciar la lucha contra las bandas criminales es uno de los principales objetivos en el posconflicto.

"Las estructuras criminales tipos A y B que están trabajando en el uso de niños en la comisión de ilícitos en temas de microtráfico, en compra de virginidades para celebrar las fiestas de cumpleaños de sus propios hijos como ocurrió hace un par de meses con el Clan de Golfo que actúan como depredadores sexuales", dijo el fiscal Gómez.

De igual forma, señaló que lamentablemente para estas organizaciones "resulta casi como un premio para compensar la tarea familiar, porque son estructuras con otro tipo de valores al premiar a sus hijos con la virginidad de unas niñas".

Trata de niñas de Venezuela


Además del reclutamiento ilícito y la violencia sexual en las filas de los grupos armados, uno de los delitos contra menores que más preocupa en la actualidad es la trata de menores de edad en el país.

El fiscal Gómez reportó que se estableció que la trata de niñas con fines de esclavitud sexual viene en aumento en zona de frontera con Venezuela, como Arauca, debido a la crisis humanitaria que se vive en el vecino país.

"Esas niñas llegan sin papeles y solas y entran a redes de explotación sexual, muchas veces esos enclaves en corredores turísticos y geográficos son dramáticos, porque aunque la ley diga que hay que proteger a las niños muchas veces las comunidades normalizan la práctica sexual y viven del turismo", aseguró Gómez.