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 Raúl Romero Pabón obligaba a sus víctimas, luego de abusar de ellas, a tatuarse las iniciales de su nombre
Cortesía

El excapitán de Infantería de Marina de la Armada NacionalRaúl Romero Pabón es uno de los 18 capturados tras el golpe a la red de explotación infantil, que fue recientemente desmantelada en Cartagena.
 
El exfuncionario, según las investigaciones, abusó de al menos diez menores de edad que eran conseguidas por Hillary Patricia Madero, una joven de 19 años que supuestamente también fue violada por este sujeto cuando ella era menor de edad y que en la actualidad fungía como la proxeneta de este exfuncionario de la Armada. 

Tras conocerse las aberraciones de esta red de explotación, una de las víctimas de Romero Pabón decidió romper su silencio y contar las atrocidades que el hombre hacía con las menores de edad de las que abusaba.
 

La joven, quien pidió que se reservara su identidad,narró que conoció a Romero a través de una amiga, en una salida a comer. Según el relato, el excapitán de infantería se mostró en esa ocasión como un hombre normal, y luego de ese encuentro comenzó a contactar a esta joven a través de Facebook.

La mujer, quien pidió ser llamada Camila para ocultar su verdadera identidad, contó que tras varias conversaciones por esta red social, aceptó la invitación de Raúl de salir nuevamente a comer, pero esta vez solos. En ese entonces la víctima tenías 16 años. 

Durante esa primera cita, cuando su victimario la llevaba de regreso a casa, le exigió que le practicara sexo oral, bajo la amenaza de dejarla tirada en el camino si no lo hacía, “me obligó a tener relaciones con él dentro del carro y después me llevó a mi casa. Lo que yo no me había dado cuenta es que me había grabado y tomado fotos”.
 
Con esas imágenes el agresor sexual siguió intimidando a la joven, asegurando que divulgaría las fotografías si no accedía a sus deseos y fue en ese momento en el que le ordenó que se tatuara la marca que también dejó en sus demás víctimas.
 
Te tienes que hacer un tatuaje, el que yo diga. No puedes llegar a donde el tatuador conmigo, recuerda que tengo tus fotos”, aseguró la joven que además señaló que le tocó hacerse un corazón con las letras RDRP.
 
“Yo le pregunté qué significaba y me dijo que era el título de un libro que le gustaba mucho, que se llamaba Recuerdos de Romero Por Siempre. Luego cuando vi la noticia, caí en cuenta que eran sus iniciales, pues para mi él se llamaba Óscar y no era alguien de la Armada, era un estudiante de Atlanta”, apuntó la joven. 
 
Camila relató que varias de sus amigas también cayeron en las garras de ese depredador sexual, a las que contactó en su mayoría por medio de las redes sociales. “Incluso un día me mostró en su celular como la especie de un catálogo de las jóvenes con las que había estado y además tenían que ser niñas de 12 a 16 años máximo y ojalá vírgenes”.
 
Esta joven dice que ya perdonó a su victimario, quien abusó de ella y la obligó a marcarse de por vida, y que de paso siente tranquilidad al saber que está capturado, puesto que son muchas mujeres las que han caído en las redes de este depredador sexual.
 
Durante la reciente audiencia que se realizó en los juzgados de Cartagena, Romero Pabón aceptó los delitos de concierto para delinquir, estímulos para la prostitución, demanda y explotación sexual comercial de menores de 18 años, entre otros, razón por la cual fue enviado a la cárcel.
 
Actualmente se encuentra recluido en el Centro Penitenciario de Sabanalarga (Atlántico), a la espera de que se surtan las demás audiencias judiciales en su contra, mientras que sus víctimas sólo esperan que reciba una condena ejemplar.

Fuente

Sistema Integrado de Información

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