Autorizan auditoría externa a empresa Triple A
Accionistas de esta firma buscan verificar legalidad del contrato de asistencia técnica con Inassa.
Culminada la asamblea extraordinaria de accionistas de la empresa Triple A en Barranquilla, se concluyó que podrán contratar una firma de auditoría externa e independiente "con el fin de verificar la legalidad, el cumplimiento o y/o ejecución o no del contrato de asistencia técnica celebrado entre Inassa y Triple A en el año 2000".
Por medio de un comunicado de prensa, la empresa explicó que los accionistas que asistieron a la asamblea apoyaron esta decisión que tomó la administración "de manera independiente, autónoma y previa a la ratificación que se hiciera en la reunión de Junta Directiva realizada el día jueves 10 de mayo".
En dicha asamblea, los accionistas de la Triple A señalaron que "el apoderado de Inassa manifestó que está de acuerdo con la contratación de la auditoría externa, sin embargo, aclaró que esto no implica aceptar los resultados de la misma".
Por otro lado, los accionistas minoritarios propusieron que se elabore un informe sobre las actuaciones judiciales que vienen adelantando las autoridades competentes, así como las acciones de la empresa al interior de dichas investigaciones en su calidad de víctima.
Durante la asamblea extraordinaria, miembros del colectivo ciudadano 'El frente amplio cívico por el rescate de Barranquilla' exigieron al alcalde de Barranquilla tomar medidas más duras para exigir resultados en las investigaciones que se realizan en torno a la empresa.
Alberto Luna, representante del grupo, manifestó que en la empresa se debe realizar un estudio forense para determinar los verdaderos alcances de la defraudación que ha sufrido la empresa y la pérdida de las acciones por parte del distrito de Barranquilla.
Los trabajadores de esta empresa esperan celeridad por parte de la Fiscalía, quien ya citó a indagatoria a 11 exdirectivos por presunta apropiación de 237.000 millones de pesos Las autoridades españolas buscan establecer si hubo una sobrevaloración al pagar 73 millones de dólares por su filial Inassa, la cual se constituyó con tan solo un millón de pesos en Barranquilla.
