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Críticas a uso de armas y promesas contra desigualdad, en arranque del debate demócrata en EE. UU.

Los candidatos demócratas a la Presidencia de EE. UU. Sen. Bernie Sanders (Izq.) y Hillary Clinton hicieron parte del /Foto AFP



Tres de los cinco aspirantes demócratas a la Presidencia de EE. UU., Hillary Clinton, Bernie Sanders y Martin O'Malley cargaron este martes contra el poderoso grupo de presión armamentístico Asociación Nacional del Rifle (NRA) frente a víctimas del tiroteo en un cine de Aurora (Colorado) en 2012.

Entre el público del primer debate presidencial demócrata que se celebra en Las Vegas (EE. UU.) se encontraban Lonnie y Sandy Phillips, los padres de Jessica, una de las doce víctimas de la matanza que estremeció al país hace tres años y supuso un punto de inflexión en el debate sobre el control de las armas.

El exgobernador de Maryland, Martin O'Malley, fue el encargado de mencionar la presencia de la familia cuando defendió la necesidad de aprobar una nueva legislación sobre armas y acabar con la forma en la que la NRA influye en el Congreso con generosas donaciones a los legisladores.

"Es hora de que todo el país se posicione en contra de la NRA", destacó por su parte Clinton, que defendió, desde su posición central en el escenario, la importancia de implantar un exhaustivo sistema de revisión de antecedentes para controlar en manos de quién acaban rifles y pistolas.

Durante esta parte del debate, la ex secretaria de Estado, favorita entre los demócratas, criticó al senador Sanders por no ser suficientemente duro con el tema de la violencia de las armas y por no haber apoyado algunos proyectos legislativos para aumentar el control de armas durante su estancia en el Senado.

Para defenderse, Sanders resaltó las fracturas que separan a los que se oponen o son favorables a la tenencia de armas.

Además, el senador defendió un aumento de controles a la hora de vender armas, al mismo tiempo que destacó la importancia de dar correcta atención psicológica a todos los estadounidenses, también a los más pobres, para evitar que las armas acaben en manos peligrosas.

El último tiroteo masivo, en un centro universitario de Roseburg (Oregón) el pasado 1 de octubre, ha reabierto el debate sobre la tenencia de armas en Estados Unidos.

En el centro de educación superior de Oregón, diez personas que fallecieron -incluido el tirador- y otras nueve resultaron heridas cuando el joven Chris Harper Mercer, de 26 años, irrumpió con media docena de armas en el centro donde estudiaba y abrió fuego.

Clinton promete luchar contra la desigualdad

La aspirante demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, prometió además luchar para reducir la desigualdad en su país, así como subir el salario mínimo y lograr uno equitativo entre hombres y mujeres.

Clinton arrancó así su intervención en este primer debate presidencial demócrata que se celebra este jueves en Las Vegas (EE. UU.), una presentación en la que también prometió otorgar a las familias bajas por paternidad, cuya concesión aun depende de las propias empresas.

"Haré todo lo posible para unir de nuevo a mi país económicamente", aseguró la ex secretaria de Estado.

La también ex primera dama insistió en la necesidad de "fortalecer a la clase media" y se declaró "progresista, pero una progresista que quiere que se logren hacer las cosas", en referencia a las propuestas más izquierdistas de su máximo rival para las primarias, el senador Bernie Sanders.

Además, Clinton indicó que Estados Unidos necesita "cambiar el sistema fiscal" y obligar a los más ricos a que contribuyan "de una manera justa" a las arcas públicas, así como a hacer que las empresas compartan sus beneficios con los trabajadores.

Preguntada por su opinión sobre el sistema capitalista, Clinton consideró que hay que ponerle ciertos límites para no incrementar la desigualdad, pero también reconoció que no se le puede "dar la espalda al sistema que convirtió a la clase media de Estados Unidos en la más pujante".

EFE