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Cruce de cartas entre Vargas Lleras y Rafael Pardo por reglamentación de Uber

Foto referencial de archivo

El espinoso tema de la reglamentación del servicio especial de transporte a través de la aplicación Uber terminó en un cruce de cartas entre el vicepresidente Germán Vargas Lleras y el candidato a la Alcaldía de Bogotá Rafael Pardo, en medio de la campaña electoral de octubre próximo.

En una comunicación dirigida al exministro liberal, Vargas Lleras anunció que el Gobierno analiza la posibilidad de aplazar la reglamentación del servicio especial Uber, que estaba en marcha y con el liderazgo del alto funcionario.

Según señala Vargas Lleras en el texto, "tienen razón: el trabajo de concertación hasta ahora comienza y para no permitir que la politiquería se tome el debate me parece conveniente estudiar la conveniencia de aplazar por un mes la reglamentación".

El candidato Pardo le había pedido en una carta que aclarara si la intención del Gobierno era reglamentar el funcionamiento de Uber para beneficiar al también candidato Enrique Peñalosa, a quien Cambio Radical está apoyando.

En la misiva, Pardo señala que "en las calles de Bogotá hay el rumor de que su interés de asumir el asunto está asociado a la época electoral y a la intención de conseguir el apoyo del sector de los conductores de taxi para el candidato que apoya su Partido Cambio Radical".

Esto generó la respuesta del Gobierno, que avanzaba en la presentación de una resolución para meter en cintura a Uber, enmarcándolo como un servicio de lujo, con condiciones especiales para su funcionamiento.

(Lea aquí: Pardo sugiere que Vargas Lleras estaría interviniendo en política a favor de Peñalosa).

Esta es la carta de Rafael Pardo a Germán Vargas Lleras:

Doctor
Germán Vargas Lleras
Vicepresidente de la República de Colombia
Ciudad

Estimado señor vicepresidente:

Celebro como usuario del servicio público de transporte de pasajeros, y como futuro Alcalde de Bogotá, que usted haya decidido asumir personalmente la pronta resolución del conflicto entre la aplicación UBER y los taxistas de todo el país especialmente los de Bogotá.

En mi condición de Ministro de Trabajo me preocupé por la situación laboral y de seguridad social de los conductores de taxi lo que me llevó a adentrarme en los detalles de una actividad llena de particularidades que usted deberá revisar en detalle antes de tomar cualquier decisión.

En las calles de Bogotá hay el rumor de que su interés de asumir el asunto está asociado a la época electoral y a la intención de conseguir el apoyo del sector de los conductores de taxi para el candidato que apoya su Partido Cambio Radical. Me niego a creer esa interpretación aunque efectivamente coincida esa súbita preocupación que no había manifestado durante estos largos meses en los que la situación se ha agravado al extremo de que vehículos particulares estén prestando el servicio público de transporte.

Cualquiera sea la motivación y dado mi permanente diálogo con conductores de taxi y usuarios, me atrevo a sugerirle que considere los siguientes factores para que la nueva normatividad esté de acuerdo con el postulado del Gobierno que usted representa de construir equidad para todos.

1. Los usuarios: Son la mayoría de los involucrados en el conflicto. Reclaman, con razón, la prestación de un servicio seguro, respetuoso, confiable y permanente. Que los taxis los lleven a donde ellos necesitan ir y no a donde le convenga al conductor de turno. Un servicio confortable prestado en vehículos cómodos y limpios. Están dispuestos a pagar un poco más por un servicio confiable y eficiente.

En el marco de mi campaña a la alcaldía he celebrado un pacto con el sector dirigido a promover un conjunto de acciones para mejorar el servicio de taxis en la ciudad, garantizar la seguridad de los usuarios y asegurar el cumplimiento de las normas y de disponibilidad del servicio.

2. Los conductores de taxi: Son más de 80 mil sólo en Bogotá. La inmensa mayoría de ellos personas honradas y trabajadoras que derivan su sustento y el de sus familias de un vehículo en el que han invertido los ahorros de toda su vida o que están pagando con dedicación en altísimas cuotas mensuales. Buena parte de ellos son trabajadores por cuenta propia que deben asumir los costos de operación y el pago de una especie de arrendamiento del vehículo.

Este servicio tiene unas tarifas controladas y una serie de requisitos que otras modalidades de servicio no cumplen. Los taxistas, señor vicepresidente, tienen unos derechos adquiridos que el Estado no pude desconocer bajo el pretexto de que los usuarios se quejan de la calidad del servicio que prestan. Lo que les corresponde a los alcaldes es exigir el cumplimiento de las condiciones mínimas que garanticen un servicio confortable, oportuno y seguro.

3. La tecnología: La irrupción de nuevas tecnologías en todas las actividades que desarrollamos en nuestro día a día es inevitable. Pero le corresponde al Estado evitar que lo haga arrasando con todo a su paso. En aras de proteger los avances tecnológicos no podemos condenar a la quiebra a centenares de miles de familias que viven de transportar sanas y salvas a millones de personas de un lugar a otro de la geografía nacional.

4. Finalmente señor Vicepresidente, como estoy seguro de llegar a la Alcaldía de Bogotá y entonces me corresponderá aplicar las normas expedidas por el Gobierno Nacional gracias a su gestión, le ruego dotar a los alcaldes de todo el país de normas claras, severas, eficientes y eficaces para combatir a todas las formas de piratería que están proliferando en el servicio transporte público de pasajeros poniendo en grave peligro la vida de usuarios y conductores, deteriorando aún más la seguridad y calidad de nuestro sistema de transporte público.

Comedidamente le solicito que cualquier decisión que se tome esté precedida de un amplio debate público y de una audiencia en la que usuarios, conductores de taxi y quienes hemos estado preocupados de tiempo atrás por el tema podamos aportar nuestro conocimiento en el asunto.

Cordialmente,

Rafael Pardo Rueda
Candidato Alcaldía de Bogotá.