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Defensoría asegura que el derecho a la intimidad no debe impedir que padres cuiden de sus hijos

La Corte Suprema de Justicia avaló que los padres de familia revisen los correos y las redes sociales de sus hijos sin orden judicial.

La Defensoría del Pueblo calificó como oportuna y esclarecedora la decisión de la Corte Suprema de Justicia de permitir a los padres el acceso a correos y redes sociales de sus hijos, al considerar que cuando se trata de la vida e integridad de los menores, es deber de los padres familia actuar para impedir situaciones indeseables.

La entidad aseguró que prevalece la obligación de los padres de cuidar de sus hijos por encima del derecho a la intimidad y señaló que no se puede impedir el ejercicio de la patria potestad cuando se trata de proteger la vida e integridad de niños, niñas y adolescentes.

Como lo ha señalado la Corte Constitucional en anteriores ocasiones, el límite del derecho a la intimidad es la violación a los derechos humanos, máxime si se trata de niños, niñas y adolescentes, frente a quienes existe un interés superior”, señaló la Defensoría en un comunicado.

La Defensoría señaló que si bien los padres de familia están en la obligación de respetar la individualidad de sus hijos, es deber de los adultos velar por el bienestar de los menores.

Además consideró que si los padres examinan los correos o redes de sus hijos ante un inminente riesgo, no puede interpretarse esta conducta como delictiva. Lea también: Padres de familia, responsables del cuidado y protección de los hijos: Red PaPaz

Aunque los jóvenes deben gozar de una órbita de privacidad (porque además hace parte del libre desarrollo de su personalidad), la intervención respetuosa de los padres de familia a fin de sugerir reflexiones alrededor de comportamientos de sus hijos, no puede interpretarse como un delito, ni como una falta de carácter administrativo”, agregó el comunicado.

Finalmente, la Defensoría consideró necesaria la contribución de la comunidad educativa para advertir cambios abruptos en la conducta de los estudiantes menores de edad, con el propósito de que los padres y las autoridades puedan prevenir episodios lamentables.