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Foto de Ángela María Pérez

Los siete soldados que por espacio de día y medio tuvieron en su poder a la menor Emberá Chamí en Pueblo Rico en Risaralda, no sólo abusaron sexualmente de ella, sino que también para intentar desaparecer algún rastro que los inculpara, obligaron a la niña a bañarse en la quebrada con la ropa que llevaba puesta.

La denuncia la realizó en RCN Radio Ancizar Hiupa, secretario General del Consejo Regional Indígena de Risaralda, CRIR, quien manifestó la preocupación de las autoridades nativas por una posible manipulación de pruebas.

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El dirigente indígena indicó que a la fecha no se conocen los resultados de las pruebas realizadas a la pequeña víctima, lo que temen sea consecuencia de ese último acto que obligaron a cometer a la menor.

“Nosotros estamos esperando los resultados de los dictámenes médicos de la muestra que le tomaron, pero hubo manipulación de pruebas, porque los mismos militares obligaron a la niña a bañarse en la quebrada, entonces eso pudo hacer que no salieran las pruebas que requerían en su momento la Fiscalía, que debían ser contundentes”, aseguró Hiupa.

Según el secretario General del CRIR, este nuevo capítulo surge de las conversaciones que han tenido con la niña abusada, quien habla muy poco el español, razón por la cual todas las versiones recibidas son en la lengua embera.

Cuando la menor fue hallada en terreno de la escuela rural de la vereda donde vivía, “esta se encontraba emparamada, vuelta nada”, ratificó Hiupa.

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Esta denuncia sale a la luz pública después de que la Procuraduría General de la Nación citara a audiencia de juzgamiento disciplinario a los siete soldados por acceso carnal abusivo.

Ante este nuevo avance, desde el Consejo Regional Indígena de Risaralda, temen que no haya pruebas suficientes para que los victimarios reciban el castigo que merecen por la manipulación previa que realizaron para tratar de borrar rastros de la atrocidad cometida.

Fuente

Sistema Integrado de Información

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