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Padres de familia en Pereira advierten sobre el creciente consumo de drogas dentro en los colegios de la ciudad, donde los estudiantes se valen de bebidas azucaradas y golosinas para realizar mezclas narcotizantes. 

La madre de un estudiante de secundaria de un colegio en la capital de Risaralda, quien pidió reserva de su identidad, aseguró que a través de su hijo conoció que cada vez se ha vuelto más frecuente el uso de sustancias alucinógenas en las aulas de clases.

Esta mujer sostuvo que los menores están camuflando los narcóticos con bebidas azucaradas para no despertar la atención de los docentes y padres de familia.

“Mi hijo me dice que aunque le han ofrecido, él no ha querido probar, pero ha conocido que mezclan gaseosa, con bananas (dulces) y una pasta redonda y después de un rato las sacan y las consumen, sintiendo un efecto alucinógeno, ya que el dulce lo absorbe y así es difícil identificar qué es lo han ingerido”, dijo la denunciante.

De acuerdo con la madre de familia, lo más preocupante es que se ha podido identificar la presencia constante de adultos a las afueras de los colegios, quienes inducen a los menores de edad al consumo de drogas, para después introducirlos en el negocio de venta de alucinógenos en las aulas de clases.

“Primero les dicen que les dan una degustación y ya, después cuando han creado algún tipo de adicción les dicen que deben comercializarlas para obtener más o para que reciban dinero”, sostuvo la madre de familia.

Ante el incremento de casos como estos en las instituciones educativas de Pereira, esta madre pidió la intervención urgente de las autoridades competentes para que se ponga freno a esta situación que pone en riesgo la salud y el bienestar de los menores de edad.
 

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