Emberas siguen esperando reparación del Ejército por violación de una niña

Después de más de tres meses de haberse producido la violación de una niña de 14 años, perteneciente a un resguardo indígena de Risaralda, las autoridades ancestrales del departamento están denunciando que el Ejército sigue sin cumplir con los compromisos de reparación que realizaron con las comunidades.

De acuerdo con Ancizar Hiupa, secretario General del Consejo Mayor Indígena de Risaralda (CRIR), las acciones que la institución militar aseguró que realizaría para compensar el daño a la dignidad ancestral en el departamento, se han quedado solo en el papel.

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Un día después de que RCN Radio revelara esta lamentable noticia y se desatara en el país toda una tormenta por la actitud de los soldados involucrados en el hecho, el Comandante del Ejército, el General Eduardo Enrique Zapateiro, estuvo en el municipio risaraldense de Pueblo Rico conversando con la comunidad indígena, reunión en la que pactó algunos compromisos para reparar a las familias del resguardo.

Sin embargo, y de acuerdo con lo revelado por el dirigente indígena de Risaralda, hasta el momento no se ha cumplido absolutamente nada de lo prometido.

“Todos esos acuerdos quedan en carta blanca, del dicho al hecho hay mucho trecho y hay que mirar a ver qué va a pasar. Estamos esperando que el Gobernador departamental nos diga cuándo nos vamos a reunir”, señaló Hiupa. 

Según recordó el dirigente del CRIR, el Ejército aseguró que limpiaría el camino que conecta a los resguardos de los municipios de Pueblo Rico y Mistrató y en la mitad construiría un puesto de salud y un puente para cruzar el río San Juan, que ha cobrado la vida de muchos menores por las dificultades de transitabilidad y el gran cauce del afluente. 

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Al respecto, Hiupa sentenció que, “si en la reunión no tenemos un reflejo a favor de las comunidades indígenas, nos van a obligar a salir a las calles. Primero vamos a agotar las instancias de los acuerdos”.

El hecho de violación a la menor indígena de la comunidad embera, por parte de un grupo de soldados adscritos al batallón San Mateo, se registró el pasado 21 de junio, y a la fecha, según las autoridades indígenas del departamento, el Ejército no ha cumplido y la Fiscalía no avanza en la investigación.