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La Policía Metropolitana de Manizales no descarta ninguna hipótesis sobre los móviles del asesinato de cuatro personas en zona rural de esa ciudad, pero hasta el momento la que más fuerza cobra es la de una relación directa de una de las víctimas con el microtráfico de drogas.

El comandante de Policía en la capital caldense, coronel Jorge Alberto Jaramillo, anunció la entregará una millonaria recompensa para quien aporte más información que permita dar con la captura de los responsables la masacre.

"Se adelantó un consejo de seguridad (…) en el que se tomó la decisión de crear una burbuja investigativa integrada por todos los organismos de seguridad del Estado. Vamos a lograr esclarecer en el mínimo tiempo posible los factores que determinaron la muerte de estas cuatro personas" señaló el uniformado.

La masacre fue cometida en el sector del Alto de Lisboa, vereda La Garrucha en zona rural de Manizales.

Las víctimas fueron identificadas como Diego Quintana González, Nilson de Jesús Guevara, Edgar Alarcón Ocampo de 60 años, propietario de la finca donde ocurrieron los hechos, y Jhony Esteban Echeverry Salazar, joven reportado como desaparecido.

Los cuerpos de estos hombres fueron hallados amarrados, amordazados y todos con tiro de gracia dentro de las habitaciones de la finca donde fueron encontrados.

Una de las cuatro víctimas, Jhony Esteban Echeverry Salazar, vivía actualmente en Palestina (Caldas) y había sido reportado como desaparecido por su familia.

Este hombre al parecer fue víctima del hurto de su motocicleta en el sector de tres puertas; el vehículo fue incautado un día antes de su asesinato.

Según los técnicos que adelantaron la inspección a los cadáveres, los cuerpos habrían sido ejecutados el martes en la noche o en las primeras horas del miércoles.

Sin embargo, fue un compañero del joven desaparecido quien encontró el cuerpo de los hombres.

Fuente

RCN Radio

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