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Embera Chamí
RCN Radio

El psiquiatra infantil y profesor de la Universidad de Los Andes, Germán Casas, aseguró que la menor indígena de la comunidad embera quien fue abusada sexualmente por varios soldados del Ejército en el departamento de Risaralda, debe recibir tratamiento psicológico especializado por muchos años, para poder reconstruir su proyecto de vida luego de la agresión que sufrió.

En diálogo con RCN Radio, el experto señaló que ese tratamiento también deberá incluir una perspectiva transcultural, ya que la menor es perteneciente a una minoría indígena.

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“El tratamiento debe ser respetuoso de la capacidad de entendimiento y la edad de la menor y su cultura. Ella no debe ser revictimizada con la aparición en medios de comunicación y no se puede pensar que en dos meses de terapia la niña va a estar bien, posiblemente el acompañamiento debe darse por muchos años”, dijo.

 

Audio

(Audio) Germán Casas, psiquiatra infantil y profesor de la U. de Los Andes, sobre afectación psicológica a menor indígena abusada.

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El experto dijo que la situación psicológica a la que fue sometida la menor agredida tiene unas características complejas, porque una persona nunca está preparada para vivir una situación de ese tipo y agregó que una menor de edad “no tiene la capacidad de comprensión de lo que pasa y de defenderse”.

Casas señaló que la recuperación de las víctimas en este tipo de casos debe tener en cuenta factores culturales y de género.

“Estamos frente a un escenario complejo donde una menor de edad por ser de una minoría, termina tenido este tipo de infortunio. Las comunidades indígenas son grupos vulnerables de alto índice de abuso sexual reconocido por la Unicef y otras organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS”, dijo.

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El experto precisó que la conducta de los soldados responsables en este caso de abuso sexual se sale de toda perspectiva de humanidad.

“Es difícil imaginar que en la mente del ser humano existan momentos que lleven a la conducta que aconteció con la menor (…) hablamos de algo complejo y difícil en la salud mental de las personas que incurren en este tipo de conductas. No es parte de la conducta de un ser humano”, dijo.

El experto concluyó que esa conducta se podría catalogar como un comportamiento de tipo animal, “con el respeto que se merecen los animales. Pero no se podría argumentar que por el hecho de estar en grupo, se puede explicar eso”.

Fuente

Sistema Integrado de Información

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