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Río Magdalena el testigo directo de la violencia armada en Colombia
Río Magdalena el testigo directo de la violencia armada en Colombia
Foto: Jenny Rocio Angarita Galindo (RCN Radio)

El Río Magdalena ha sido testigo directo de la violencia armada en Colombia,  sus aguas han sido utilizadas como cementerios y los pescadores que derivaban su sustento de su atarraya, también se han convertido en los protagonistas del conflicto armado.  

En RCN Radio conocimos las historias de tres pescadores   

Pescadores ubicados en las orillas del río Magdalena
Pescadores ubicados en las orillas del río Magdalena
Foto: Jenny Angarita RCN Radio

Sobre el Río Magdalena y en las largas jornadas de pesca, Julio César Marín, un hombre de aproximadamente 50 años ha acumulado historias por contar.  

Aunque algunas, asegura, prefiere olvidar, dice que no ha podido sacarlas de su memoria (...).

De pie frente al extenso río de distintos matices del color café que en algunas zonas tiene pedazos de árboles que son arrastrados por la corriente,  empieza a recordar que en las mismas aguas en las que ha obtenido la forma de mantener a su familia, también ha encontrado cuerpos sin vida de quienes nadie da razón. 

“Que tristeza decirlo, dependemos de una economía, de un transporte todas esas familias de pescadores que vivimos de ese río y no es justo que una persona asesine a otra y la tire como una basura; por este río grande del Magdalena han pasado miles de cadáveres de día y de noche”, dijo.   

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Julio César Marín dice que el río también ha sido un escenario para mostrar la magnitud de la violencia que ha vivido el país.  

“Este año van por ahí 14 cuerpos encontrados entre Puerto Berrío y Barbacoas en Antioquia y con la Fiscalía y el CTI, ayudándolos con mi canoa por ahí cuatro, este año me he encontrado dos mujeres y el resto han sido hombres y más que todo, jóvenes”, dijo. 

Su voz se quebró al recordar que pese a que intenta ayudar a que los cadáveres sean sepultados y a que sus familias puedan hacer el duelo, hay casos en los que no puede y debe dejar que la corriente se los siga llevando.  

“Cuando yo veo a una persona que no la he podido ayudar, ni amarrar para que le den santa sepultura a través de las autoridades competentes y de sus familiares, eso me duele mucho, es muy triste, es muy berraco (…), eso no es fácil”, destacó. 

Pero las víctimas no solo han sido personas de las que se desconoce quiénes eran en vida. Carolina Gómez asegura que el mismo conflicto también los ha afectado directamente.  

“Nos roban los motores y se llama a la Armada y ellos nunca llegan; nos tocó a los mismos pescadores y armarnos entre los que estábamos pescando en las noches y reunirnos más de 16 canoas y buscar a los mismos robamotores”, dijo Gómez.  

Narró como les roban sus elementos de trabajo: “Ellos llegan y le dicen a uno que mire para abajo, que entreguen los celulares, esculcan los ‘timbos’ (sic), se llevan las pescas, a veces se llevan ambos motores o tan solo uno, a veces quedan los pescadores en las playas y ellos se llevan todo”, afirmó la pescadora. 

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Sin poder pescar, como consecuencia de los ataques y los robos en El Banco (Magdalena), el pescador Rufino Segovia Zambrano, dijo que han pasado días en los que las chalupas permanecen en las orillas, ocasionando que cientos de familias padezcan por la falta de alimentos. 

“Se nos están presentando tantos robos y atracos y no tenemos autoridades. En el corregimiento de El Cerrito, hay grupos armados y bandas delincuenciales que se la pasan robando y haciendo cosas que son ilegales”, dijo Segovia. 

También dijo que, “nos afecta porque se nos llevan las redes de pesca, eso ha venido sucediendo hace años; uno sale a la faena y no se puede descuidar porque se las roban y a la Policía, uno le dice y no le ponen cuidado”. 

Las estruendosas ráfagas de fusil que silencian y atemorizan, los hurtos de las atarrayas, las amenazas que dejan sin aliento a los pescadores que otrora sentían como propias las aguas del Río Magdalena ahora deben tratar de sobrevivir pescando lo que puedan en las orillas para proteger sus vidas, es parte de la nueva realidad del Río y de sus 1.528 kilómetros de extensión.  

RCN Radio acompañó a la Defensoría del Pueblo en un recorrido por cinco departamentos que se encuentran ubicados en las riberas del río Magdalena, en el que se conocieron las preocupaciones de los pescadores y de los habitantes de esas zonas del país. 

Fuente

Sistema Integrado de Información

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