Guerra contra las drogas: Colombia no ha sido un agente pasivo del narcotráfico
El historiador Eduardo Sáenz Rovner dice que si no fuera por la presión de EE.UU., Colombia no parecía ir contra el narcotráfico en los 70s.

Para el historiador Eduardo Sáenz Rovner, autor de "Conexión Colombia", el país ha sido un agente central y activo, no pasivo, en el negocio de la droga. Esto, a propósito de los 50 años de la guerra contra las drogas declarada por el expresidente de Estados Unidos, Richard Nixon.
En diálogo con RCN Radio, el historiador explicó que, para cuando Nixon empezó a finales de los años 60 una presión sobre los países que producían la pasta para la heroína, Colombia no era considera un actor central en el narcotráfico, aunque ya había casos significativos desde los años 30.
"Es a comienzos de los 70 cuando Nixon empieza a presionar al gobierno colombiano para que tome cartas en el asunto, y en Colombia tampoco le prestaban atención al tema".
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Sin embargo, esa advertencia no implicó que Colombia cumpliera las ordenes de Estados Unidos. "En el gobierno de Alfonso López Michelsen hubo diferencias con el gobierno de Estados Unidos. En el libro señalo que lo que había intereses en Colombia y versiones que señalan que el tema de las drogas era un problema de Estados Unidos, y había quienes consideraban que había que legalizar la droga para grabar a los narcotraficantes, los mismos empresarios solicitaban que les bajaran los impuestos a ellos".
Ya luego aparece la extradición de colombianos por narcotráfico, que se firmó en el año 79 cuando Virgilio Barco era embajador en Washington durante el Gobierno de Turbay.
Luego, Belisario Betancur prometió que no iba a extraditar colombianos, pero esa decisión cambió con la presión que generó el asesinato del ministro Rodrigo Lara Bonilla, y "entonces había que tomar cartas en el asunto contra los narcotraficantes".
Sin embargo, Saenz asegura que "si no es por la presión de Estados Unidos antes de la muerte de Lara, los colombianos no parecían prestos a presionar el narcotráfico, por no decir cómplices con el negocio".
El historiador explica en su libro que Colombia quiere parecer siempre víctima de las drogas, una víctima pasiva que queda envuelta en el narcotráfico.
"Lo que señaló es que los colombianos han tenido papel activo como narcotraficantes desde hace décadas y que si la guerra contra las drogas se da, es porque se convirtió en actor central del narcotráfico", dice Sáenz.
"Muchos colombianos se metieron en negocio altamente rentable" y al final "quedan enredados en la política norteamericana" del momento.
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En el gobierno de Ernesto Samper, cuenta el historiador, se empezó a ver algo que se venia dando y es que los políticos recibían grandes pagos para financiar sus campañas políticas, y en ese sentido, había una gran aceptación hacia el narcotráfico y hacia sus recurso.
A eso se suma "la aceptación desde los 70 del empresariado y de que los ingresos de los narcos fueran utilizados en impuestos" para beneficiar a los empresarios.
La pregunta que plantea Saenz es entonces "¿por qué Colombia llegó a ser un actor central y no otros países vecinos?", pues sin duda se parte de que el país "ha sido activo y no pasivo en el negocio de la droga; ya que después haya presidentes que reclamen que también hay que tener en cuenta los países de demanda en esta guerra (como Estados Unidos) es otra cosa".
[AUDIO] Historiador Eduardo Sáenz Rovner habla sobre la guerra contra las drogas
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