Habitantes de zona de frontera denuncian atropellos de la Guardia venezolana

Por un lado, la comunidad de Paruaguachón corregimiento de Maicao, afirmaron que a las autoridades venezolanas, al parecer, no les importa disparar a mansalva en sus operativos contra el contrabando de combustible.

“Es aterrador vivir de esta forma, no tenemos paz y no sabemos en qué momento una bala perdida puede alcanzar a cualquiera de nosotros”, aseguró en RCN La Radio Cristina Uriana, comerciante en la frontera con Venezuela.

Según indicaron algunos residentes del lugar, el último ataque se produjo esta semana, no es el primero, pues en días pasados, ya se habían presentado este tipo de inconvenientes. Tanto así que durante la visita de la primera dama de la nación, María Clemencia Rodríguez de Santos, el pasado 10 de septiembre, también hubo una incursión de la Guardia venezolana.

La presidenta de la Junta de Acción Comunal del corregimiento, Yudis peralta, indicó que ya son varias las quejas que han presentado ante la Secretaría de Gobierno de Maicao en relación a este tipo de ataques y agregó que los pobladores se sienten desamparados por parte del Estado ya que hasta el momento ninguna autoridad del Gobierno se ha pronunciado al respecto.

RCN La Radio conoció que la Secretaría de Gobierno de Maicao hablará con el Alcalde de este municipio para conformar una mesa de trabajo y dirigirse a Bogotá para ser atendido por la Cancillería.

Por otro lado, recientemente se conoció la captura de las colombianas Jennifer Rojas de 23 años y Belcy Álvarez de 40 años, en San Cristóbal, Estado Táchira, por la compra de un mercado de 30 mil pesos.

Gladys Pedraza madre de Jennifer dijo que "el único pecado es que en los supermercados venezolanos solamente venden a quienes presenten el documento de su país y a mi hija la cajera le hizo el favor de venderle un mercado que al valor colombiano tiene un costo de 30 mil pesos, esta venta se realizó con otro número de cedula cuyo dato fue corroborado con el capta huellas".

Cierre de la frontera

Durante cinco horas estuvo bloqueado el paso vehicular y peatonal sobre los dos puente internacionales que comunican a Cúcuta con San Antonio y Ureña por parte de maleteros, pimpineros y moto taxistas quienes se oponen a los controles que realizan las autoridades del vecino país frente al contrabando.

En lo que ha transcurrido de la semana es el tercer bloqueo que realizan en la frontera, en contra de los operativos que ejecuta la guardia venezolana.

Estas protestan en varias oportunidades terminan con disturbios, afectando la movilidad de ambas naciones y empeorando el panorama económico de la zona de frontera, en donde el desempleo aumenta, originando mayor contrabando de diversos productos dicen representantes de los gremios.

Se teme que para el fin de semana se presenten de nuevo protestas que origina dificultades para las exportaciones e importaciones, y la compra de productos en ambas naciones que beneficia a colombianos que aprovechan la devaluación del bolívar, mientras que los venezolanos logran resolver el problema de desabastecimiento que vienen enfrentando.