El horror de la pornografía infantil

Por: Jorge Espinosa

Empecemos con una cifra: el departamento de Justicia de Estados Unidos, en su último reporte, calcula que en cualquier momento hay más de un millón de imágenes pornográficas de niños en Internet, con 200 nuevas subidas cada día. El problema es cada día más grave.

En España, la Policía Nacional desarticuló una red internacional de distribución de pornografía infantil a través del servicio de mensajería instantánea WhatsApp en el marco de una operación europea. Había ciudadanos de distintos países, incluido Colombia. Cada día, todo el tiempo, las policías informáticos tienen que hacer seguimiento de denuncias de abusos sexuales a niños a través de la red.

Según la Policía colombiana, 24 casos de abusos a niños en la red se presentan cada día. Y es también un fenómeno global: la Fundación Británica Observatorio de Internet, en su informe del 2016, reporta que cada 9 minutos hay una página en Internet mostrando a un niño siendo sexualmente abusado. El delito crece y en algunos países, como México y Países Bajos, el contenido pornográfico de niños aumenta cada día.

Porque no hay peor delito que aquel que se comete contra un niño, RCN Radio presenta este panorama de la pornografía infantil en Internet. Conversamos con Ricardo Ruidiaz, quien fue analista de Interpol de delitos contra menores y ahora dirige la Fundación Amigos Unidos, que busca prevenir la violencia contra los niños.

"Es un delito atroz, porque no termina con el abuso, sino que sigue perpetuándose por la presencia de las imágenes y videos en Internet", dice a RCN Radio.

En Colombia, ¿qué tan extendido está el delito? Hay estadísticas aterradoras. La línea virtual Te Protejo, vinculada a Redpapaz, recoge desde 2012 denuncias que afectan a menores de edad. En 4 años han recibido 34.200, 66% de material de abuso sexual infantil. En los tres primeros meses de 2017 han bloqueado 658 páginas de pornografía infantil, y han encontrado 3.583 imágenes con menores de 18 años.

Hace 3 años la Policía creó un grupo especial que está dedicado a combatir la pornografía infantil. En la Dirección de Protección entrevistamos a uno de los investigadores, joven, de civil y que me pide no identificarlo. Lo llamaremos el investigador. La oficina es pequeña, unos 10 escritorios, y hay otros agentes trabajando concentrados en sus computadores.

Mientras hablamos, me muestra un programa que puede detectar cuántos delincuentes descargan pornografía con niños. Hacemos la cuenta del primer trimestre del año. En Bogotá, en un solo programa de descarga, más de 900. Son miles y miles en todo el país. El programa puede rastrear la IP y el nombre del operador de Internet, y es tal la cantidad de individuos que la policía debe priorizar dependiendo de la cantidad de material descargado: entre más descargan, más visibles son.

En Colombia el código penal castiga con penas de 10 a 20 años el delito de pornografía con menores de 18 años. Fotografiar, filmar, producir, divulgar, vender, portar, almacenar o exhibir. Un individuo que tenga en su celular una imagen, una sola, de un menor, ya es un delincuente. Y no importa si el menor, en principio, entrega la imagen voluntariamente. Nunca se perdona el delito que involucra niños.

Voy a la fuente. Viviana Quintero es la coordinadora de Te Protejo. ¿En esas miles de imágenes hay niños colombianos? Sí, puede haberlas, pero sobre todo niños de México, y de países como Holanda. Entre todas las modalidades de abuso, hay una particularmente macabra: cerca del 90% de los niños abusados conocen al abusador. El enemigo en casa. El adulto, cuando conoce al niño, suele mostrarle contenido pornográfico para “normalizar” la conducta. Le dice cosas como "esto es lo que hacen papá y mamá, ves, esto es normal".

Cada persona entrevistada por RCN Radio coincido en un punto: las redes sociales son un problema. Facebook, por ejemplo, tiene muchos grupos y redes de pedófilos que se congregan y comparten material. Son redes cerradas, a las que se llega por invitación y que muta fácilmente: si Facebook lo cierra, por ejemplo, van a Whatsapp y empiezan de nuevo. Es un ciclo que no termina.

Sigo buscando piezas de este mundo tan oscuro que genera un terrible sentimiento de impotencia. Me pregunto, por ejemplo, si hay un negocio involucrado, si hay mafias que mueven plata. Hay mucho trueque. Individuos que producen contenido, sobre todo de niños que conocen, y que luego lo ofrecen a cambio de otro.

Sin embargo, sí hay compra de contenido y suele pagarse con Bitcoin, la moneda virtual. Hay un caso emblemático. En Texas, Estados Unidos, se descubrió una red llamada Producciones Land slide. Tenía 390 mil suscriptores en 60 países. Generaba 1 millón 400 mil dólares al mes.