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Comunidad internacional celebra el acuerdo con Irán que abre una nueva era

(L-R) High Representative of the European Union for Foreign Affairs and Security Policy Federica Mogherini and Iranian Foreign Minister Mohammad Javad Zarif attend a final press conference of Iran nuclear talks in Vienna, Austria on July 14, 2015. AFP PHOTO / JOE KLAMAR

El mundo celebra hoy el acuerdo alcanzado entre las principales potencias e Irán, que limita su programa nuclear y normaliza las relaciones diplomáticas de Teherán, en lo que aparece como el inicio de una nueva era internacional.


 

Con la excepción de Israel, algunas monarquías árabes como Arabia Saudí y la oposición republicana en EE.UU., la comunidad internacional acogió con alegría y alivio un acuerdo que ha costado dos años de negociaciones tras más de una década de abierto conflicto.
"Con valor, voluntad política, respeto mutuo y liderazgo, hemos entregado lo que el mundo estaba esperando, con el compromiso compartido para la paz y uniendo manos para hacer nuestro mundo más seguro", dijo la responsable de política exterior de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, al anunciar el acuerdo en Viena.
Mogherini y el ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, confirmaron un acuerdo "histórico" que es "bueno para todos".
Poco después, en una comparecencia en la Casa Blanca, el presidente estadounidense, Barack Obama, alababa el pacto: "Después de dos décadas de negociaciones, Estados Unidos, junto con nuestros aliados internacionales, ha logrado algo que décadas de hostilidad no han conseguido: un acuerdo integral a largo plazo con Irán que evitará que consiga un arma nuclear".
Tras asegurar que el acuerdo "no está basado en la confianza, sino en la verificación", advirtió al Congreso de EEUU de que vetará cualquier proyecto de ley que impida la aplicación del pacto.

 

Por su parte, el presidente de Irán, Hasán Rohaní, afirmó que este acuerdo está basado en la premisa de que "todos ganen" y abre "una nueva relación" de la República Islámica con el mundo.

 

"Hoy no es el día del final, hoy es el día del comienzo, de un comienzo para un nuevo movimiento, un nuevo regocijo, una nueva esperanza, un futuro mejor para los jóvenes, un movimiento más acelerado para el crecimiento y desarrollo de nuestro país", aseguró en una comparecencia en directo por la televisión pública iraní.

 

El mandatario ruso, Vladimir Putin, fue uno de los primeros en mostrar su satisfacción ante un acuerdo que va a permitir al mundo "respirar con "gran alivio" porque ayudará a "fortalecer la seguridad internacional y regional".

 

"Rusia hará todo lo que de ella dependa para que los acuerdos de Viena se lleven a la práctica y ayuden a un régimen de no proliferación nuclear, la creación en Oriente de una zona libre de armas de exterminio masivo y de sus portadores, así como a movilizar una amplia coalición en la región para hacer frente a la amenaza terrorista", aseguró.

 

Para el presidente francés, François Hollande, este pacto "es muy importante" porque, más allá de que Teherán se compromete a reducir sus capacidades, habrá verificaciones internacionales y si no cumple se restablecerán las sanciones y consideró que ese compromiso, tras 12 años de negociaciones, significa que "el mundo avanza".

 
En la misma línea, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ensalzó el "histórico acuerdo", que consideró "una prueba del valor del diálogo".

 
También Alemania y Reino Unido manifestaron su satisfacción por un pacto que elimina la amenaza de que Irán se haga con armamento nuclear, además de promover una mejor relación en la comunidad internacional.

 

"Después de una persistente diplomacia y duras sanciones, la comunidad internacional ha conseguido un acuerdo histórico con Irán, un acuerdo que garantiza nuestro objetivo fundamental de evitar que Irán desarrolle un arma nuclear y que contribuirá a hacer del mundo un lugar más seguro", afirmó el primer ministro británico, David Cameron.

 
Hoy es "un día histórico", un "momento extraordinario", porque el acuerdo "aporta más seguridad al mundo, a la región y especialmente a los vecinos de Irán", dijo el titular de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier.

 

Su colega italiano, Paolo Gentiloni, se mostró "convencido" de que el pacto, "esperado desde hace mucho tiempo", conllevará "efectos positivos a nivel global y en la región, ya sea para la evolución de los diferentes escenarios de crisis o para afrontar la amenaza representada por el extremismo violento y el terrorismo".

 

España también recibió con satisfacción el acuerdo, cuya aplicación necesitará "la buena fe y la confianza de las partes y de toda la comunidad internacional".

 
"El acuerdo sienta las bases para garantizar los fines exclusivamente civiles del programa nuclear iraní", señaló el Gobierno español en un comunicado.

 

También el presidente sirio, Bachar al Asad, celebró el pacto, que será "un gran punto de inflexión" en la historia de la República Islámica, la región y el mundo.

 

Al Asad calificó el pacto de "gran victoria y logro histórico" de Teherán y opinó que supone "un reconocimiento inequívoco de los países del mundo al pacifismo del programa nuclear de Irán, que garantiza la conservación de sus derechos nacionales".

 
Asimismo, el Vaticano acogió con agrado el anuncio y su portavoz, Federico Lombardi, lo valoró "positivamente".

 

En el otro extremo, Israel criticó el acuerdo, que, según su primer ministro, Benjamin Netanyahu, es "un error de proporciones históricas" y aseguró que hará todo lo que esté en su mano para impedir que ese país tenga armas atómicas.

 
Irán verá el camino libre para desarrollar armas nucleares y muchas de las restricciones que se lo impedían van a ser levantadas, alertó, al considerar que "este es el resultado cuando se desea un acuerdo a cualquier coste".

 

Acuerdo

 

Irán y las grandes potencias concluyeron  un acuerdo histórico que prácticamente imposibilita a Teherán la construcción de una bomba atómica durante varios años, a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales que ahogaban su economía.

 

El texto, que autoriza a Irán continuar con su programa nuclear civil, permitirá "normalizar" las relaciones de Irán con el mundo, aseguró el jefe de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, señalando que en "pocos días" el Consejo de Seguridad de la ONU adoptará una resolución destinada a validar el acuerdo. Lea también Netanyahu califica acuerdo nuclear de “error de proporciones históricas”

 

Es la primera vez que un acuerdo a tan alto nivel se produce entre la República Islámica y Estados Unidos desde la ruptura de sus relaciones diplomáticas en 1980.

 

El acuerdo fue alcanzado tras una maratón de negociaciones iniciada en septiembre de 2013 y cuya última ronda se extendió a lo largo los 18 últimos días, un final de una duración sin precedentes desde los acuerdos de Dayton que pusieron fin a la guerra de Bosnia-Herzegovina en 1995.

 

Imposible construir la bomba atómica

 

Las discusiones entre Irán y el grupo 5+1 (los países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU -Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido- y Alemania) debían concluir el 30 de junio pero la fecha límite fue aplazada hasta en varias ocasiones por las divergencias en dos o tres "cuestiones difíciles" que finalmente han sido solventadas.

 

Las dos partes insistieron en la necesidad de llegar a un "buen" acuerdo que, como dijo Kerry, resistiera el paso del tiempo.

 

El pacto final da contenido real a los grandes principios acordados en Lausana en abril: Teherán se compromete a reducir su capacidad nuclear (disminuirá dos tercios las centrifugadoras de uranio en 10 años, sus reservas de uranio enriquecido...) durante varios años y a permitir que los inspectores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) realicen inspecciones en profundidad de sus instalaciones.

 

El objetivo es hacer casi imposible que Irán pueda fabricar la bomba atómica, permitiendo al mismo tiempo a Teherán, que niega haberlo intentado en ningún momento, su derecho a desarrollar una industria nuclear civil.

 

A cambio, las sanciones internacionales adoptadas desde 2006 por Estados Unidos, la Unión Europea y la ONU, que asfixiaban su economía, serán levantadas progresivamente.

 

'Error histórico'

 

Los detalles van conociéndose poco a poco. Según una fuente diplomática francesa, las primeras sanciones podrán ser levantadas a partir del primer semestre de 2016 si Teherán cumple con sus primeros compromisos.

 

El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, señaló que el embargo de armas continuará durante los próximos cinco años.

 

Los inversionistas se dicen dispuestos a regresar a este país de 77 millones de habitantes, que dispone de las cuartas reservas de petróleo en el mundo y la segundas de gas. Irán, un país de la OPEP podrá exportar de nuevo su crudo.

 

Los iraníes, que eligieron a Hasan Rohani en 2013 bajo la promesa de acabar con las sanciones, esperaban el acuerdo con impaciencia, pese a la hostilidad manifiesta de los partidarios de la línea dura, tanto en Irán como en Estados Unidos.

 

Israel, enemigo histórico de Teherán, así como las potencias regionales sunitas, también se oponen al acuerdo, que normalizará la presencia de Irán en la escena internacional y regional. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu calificaba el pacto de "error histórico".

 

Por EFE y AFP