La mala hora de las mujeres en la justicia

Por: José Manuel Acevedo

Las mujeres están perdiendo cada vez más terreno en las altas cortes colombianas. Así se desprende de los últimos cambios que se han presentado en la Corte Suprema de Justicia y que podrían venir en el Consejo de Estado en los próximos días.

Y es que con la posesión hace un par de semanas de los siete nuevos magistrados que ingresaron a la Corte Suprema de Justicia, quedó claro que el número de mujeres en ese alto tribunal se redujo significativamente.

La Corte venía de tener seis magistradas de un total de 23, cifra que ya era preocupante en relación con la igualdad de género. Sin embargo, con la salida de tres de esas magistradas por vencimiento de sus periodos, llegaron hombres para reemplazarlas. Así, en la actualidad de 23 magistrados que componen esta Corte sólo 3 son mujeres.

¿Pero por qué eligieron hombres en la Corte en vez de mujeres en esta ocasión? Hay varios factores no necesariamente relacionadas con el género sino con la capacidad de influencia de los candidatos y la calificación de los mismos.

Hay quienes dicen, por otra parte, que son muy pocas todavía las mujeres que por iniciativa propia se inscriben en las listas para ser magistradas. En estas últimas elecciones por cada 27 mujeres que aparecían entre las aspirantes al cargo de magistrada, había 67 hombres, lo que estadísticamente les da más chance a ellos que a ellas de quedarse con esos puestos.

Las cosas en la Corte Constitucional no son mejores. De 9 miembros que integran ese alto tribunal, sólo 2 son mujeres.

En el Consejo de Estado en panorama tampoco es bueno. De 27 magistrados, 7 son mujeres pero en los próximos meses debe producirse el relevo de dos de ellas y nada garantiza que esos despachos sigan en manos de mujeres.

La fotografía en el contexto internacional no es consoladora. Desde su establecimiento, sólo un 3,8% de la Corte Internacional de Justicia ha estado integrado por mujeres. La Corte europea de justicia sólo ha tenido un 8,4% de mujeres como magistradas y otros organismos como el tribunal internacional del derecho del mar sólo un 2.5% de sus altos miembros han sido mujeres.