La odisea de seis colombianos para poder llegar a Colombia desde Chile

En un drama similar al que protagonizan miles de venezolanos tratando de regresar desde diferentes naciones hacia su país, lo vive un grupo de seis colombianos varados en Chile.

Tras caminar cientos de kilómetros, dormir en la calle, superar persecuciones de la Fuerza Pública de ese país e inclusive cruzar el desierto de La Pampa, los connacionales que vivían en la ciudad de Antofagasta, Chile, intentan llegar por tierra hasta Perú para acercarse a Colombia.

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Entre ellos tres son quindianos, dos del Valle del Cauca y uno de Puerto Rico Caquetá, todos agobiados por el cansancio, la falta de dinero, la comida y la incertidumbre de no saber cuándo llegarán a casa.

Carlos Andrés Giraldo es uno de los viajeros, dice que aunque han buscado ayuda de las autoridades y del gobierno, hasta ahora no han recibido respuesta efectiva.

“En este momento vamos en la parte trasera de un camión rumbo a la ciudad de Lima, un señor de buen corazón nos dejó subir. Son las 7:28 de la noche, del día miércoles 24 de junio y está haciendo mucho frío pero no tenemos más opciones”, narró Carlos Andrés.

“Tuvimos que caminar alrededor de 80 kilómetros y no hemos comido nada en todo el día pero seguimos con la meta de llegar a nuestro país”, expresó el quindiano.

Han pasado días enteros caminando y en el trayecto entre región y región han puesto sus vidas en peligro, así lo narra Angela Tatiana Caro, esposa de Carlos Giraldo.

“Nosotros somos de Armenia y en medio de todo esto hemos pasado las duras y las maduras; llevamos varias horas en un camión”, contó Tatiana.

“Para pasar por el desierto le tuvimos que pagar a un “coyote”, pero nos dejó a nuestra suerte. Ni la Policía ni el Ejército en esos países nos han tratado bien, incluso tuvimos en riesgo nuestras vidas y nos tocó devolvernos a la población de Arica”, dijo esta colombiana.

Trabajaban en Antofagasta pero hace un mes quedaron sin empleo y a la deriva. Entre hoteles, comida y pasajes ya están sin dinero y absolutamente desesperados. No tienen recursos más que una carpa de camping y apelar a la caridad de quienes, en el camino les han permitido instalarla en alguna terraza o en un andén frente a una casa.

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Angela Tatiana agregó que “al principio éramos 11 personas, entre ellas varias mujeres que siguieron adelante pero han tenido que aguantar el acoso de los camioneros. Esta situación no se la deseo a nadie, los pocos recursos que pudimos recoger con la familia y amigos ya se nos acabó y nos ha tocado dormir en la calle y en la arena del desierto”.

Claman por ayuda de alguna organización internacional o del gobierno colombiano para que en un apoyo humanitario terrestre, gratuito, los traigan de regreso y así ponerle fin a su pesadilla.

“Yo sé que no somos las únicas personas que estamos pasando por esta situación pero pido a Dios que alguien nos escuche y nos ayude a llegar a casa”, dijo Tatiana.

Concluyó la quindiana, “por favor necesitamos que la Cancillería o quién designen del gobierno colombiano nos den una mano con un acto realmente humanitario, porque no tenemos con que pagar un vuelo”.