Autoridades en el Meta piden liberación de militares secuestrados en Arauca
Familiares de los militares se reunieron con los dirigentes del departamento.
La gobernadora Marcela Amaya recibió en la mañana de este jueves en su despacho a la familia del soldado metense Juan Pablo Rojas, secuestrado hace unos días en el departamento de Arauca, y junto al alcalde de Puerto López, Víctor Manuel Bravo, expresaron su solidaridad frente a este lamentable momento que viven.
El padre del uniformado, Luis Rojas Jiménez, sus hermanos Lorena Obando y Luis Alfredo Rojas; sus tíos Yolanda Rojas y Aristóbulo Obando, y su abuelo José Miguel Obando, agradecieron a la mandataria departamental por el acompañamiento que vienen teniendo y las gestiones que se adelantan para su pronta liberación.
“Nuestras oraciones están con sus familiares y amigos, por eso también le estamos pidiendo al Gobierno Nacional que hagan todos los esfuerzos para que además de Juan Pablo, los otros dos jóvenes regresen sanos y salvos a sus hogares. Esperamos que se dé su liberación lo más pronto posible”, afirmó la mandataria.
Amaya fue enfática en señalar que repudian todos los actos de violencia; especialmente el secuestro, “no queremos que se vuelvan a repetir hechos que tanto dolor han causado en el departamento del Meta y en todo el país”, concluyó.
Jenny Lorena Obando, hermana de Juan Pablo Rojas Obando, narró la tragedia que está viviendo su familia y le exigió al ELN que “lo liberen ya, sano y salvo”.
La hermana del militar dijo que hasta el momento no saben nada de su familiar, ni han recibido ninguna razón del Ejército, el Gobierno Nacional o el mismo ELN, sobre cómo se encuentra el militar secuestrado junto a dos compañeros más.
“Le pedimos al grupo que lo tiene, que de corazón, nos envíe una prueba de supervivencia para saber cómo está”, dijo Jenny Lorena.
El joven uniformado nació, se crió y estudió en Puerto López (Meta), donde aún vive toda su familia, la misma que exige su pronto regreso a la libertad. En ese municipio se realizó una caminata en respaldo a la familia del militar secuestrado.
El secuestro de los tres soldados se presentó al mediodía del 8 de agosto, en la vereda Agua Viva, zona rural del municipio de Fortul, cuando los uniformados, que se encontraban de permiso y vestían prendas de civil y sin armamento, se movilizaban en un vehículo de transporte público hacia el municipio de Tame, Arauca.
El taxi en el que se movilizaban fue interceptado por dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta portando armas cortas y obligaron a los tres uniformados a descender del vehículo.
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