Grave denuncia de niñas indígenas jiw abusadas en el Meta

En Puerto Concordia, zona de Meta donde habita la comunidad indígena jiw, se ha desencadenado una denuncia que no ha podido ser atendida con rigor por parte de las autoridades. Se trata del abuso al que están siendo víctimas niñas menores de esta población. Según el informe con el que ha hecho la alerta el medio Semana en su versión digital, las autoridades encontraron a un hombre abusando de las niñas, sometidas bajo los efectos de sustancias psicoactivas.

Sin embargo, y pese a que el agresor sexual fue capturado, el caso quedó en veremos pues el sujeto fue dejado en libertad en el momento de la legalización del caso ante un juez. Por esta razón, se está esperando un informe de la Fiscalía de Villavicencio sobre el particular. Hay antecedentes del particular desde el año 2015.

La problemática está afectando principalmente a las niñas de 8 a 11 años, a quienes los colonos, según denuncia el joven profesor Alejandro Gil González, "las llevan, les compran boxer y las abusan". La situación parece salirse de control pues aunque la Defensoría del Pueblo se encuentra estudiando el caso, la incertidumbre es notable en esta población vulnerable.

Esta denuncia se da además en el marco de la instalación en la Cámara de Representantes de la Comisión Accidental para la Niñez, que estará conformada por 21 congresistas de diferentes partidos políticos que buscarán agilizar proyectos en materia de prevención de la vulneración de la niñez y su bienestar.

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"Es grave. Rechazamos este maltrato, este abuso que se ha cometido en el departamento del Meta, y exigimos a las autoridades que procedan (...) lamentablemente este tipo de abuso, este delito, se comete a diario pero pocos lo denuncian", declaró al respecto el representante a la Cámara Eloy Quintero, presidente de la Comisión.

Para el profesor Alejandro Gil González hay esperanza de que se pueda dar reversa a este flagelo. "Todavía hay tiempo de ayudarlas", dice a Semana en un video en el que se muestra afectado ante el estado en que llegan las niñas a estudiar, pues, entre otras cosas, cuando están hablando se les siente el olor a boxer, uno de los alucinógenos que, según la denuncia, les suministran los colonos para poder accederlas sexualmente.

De otra parte, el representante Quintero explica que, ante estos casos que llegan a ser muy recurrentes en todo el territorio nacional, muy poco o "nunca se denuncia (...) hay es que llamar a la Fiscalía y al Bienestar familiar a que intervengan. Nosotros vamos a presionar al Gobierno para que actúe".

Se espera que la Comisión Accidental para la Niñez inicie su organización la semana próxima, donde se instalará de manera formal y se delegarán funciones para que, con los organismos del Estado, se puede trabajar "ante este tipo de denuncias y que de verdad tengan la reacción del Gobierno y las autoridades para combatir el delito".

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