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Nuevo modelo de aseo en Bogotá cumple su primer año, con Petro destituido

Este miércoles se cumple el primer año de la implementación del nuevo modelo de aseo en Bogotá, por el cual fue destituido el alcalde Gustavo Petro por parte de la Procuraduría General. El operador público del Distrito, del que se le criticaba en materia financiera, hoy ya tiene ganancias cercanas a mil 600 millones de pesos.

Según Ricardo Agudelo, gerente de Aguas de Bogotá, "la empresa recibe 10.600 millones de pesos mensuales por recolección, barrido y limpieza, y gastos por 9 mil millones. Hacia el mes de enero vamos a ajustar la operación y reducir costos".

Tras el inicio de la operación usando volquetas, luego camiones compactadores alquilados que no estaban en buen estado, el Distrito adquirió su flota. Agudelo indicó que Aguas de Bogotá cuenta hoy con 210 vehículos, de los cuales 140 son compactadores.

"Tenemos 73 rutas selectivas de recicladores con los carros que ha adquirido la Empresa de Acueducto, que no están siendo operados por Aguas de Bogotá. La remuneración es por peso", indicó el funcionario.

Sin embargo, según el alcalde Gustavo Petro, hoy 7 mil recicladores han sido remunerados. El porcentaje de reciclaje es mínimo si se compara con las cerca de un millón de toneladas de residuos que ha llevado a Doña Juana Aguas de Bogotá en un año. Actualmente el promedio de reciclaje mensual es de 12 mil toneladas.

Alberto Merlano, gerente del Acueducto de Bogotá, es consciente de que hoy el operador público aún tiene deudas con la ciudad.

"La eficiencia tenemos que mejorarla. Eso se traduce rutas, mejor uso y mantenimiento de vehículos, examen financiero de todo el modelo. Estamos ajustando cifras haciendo un balance del primer año, tratando de mejorar el servicio y que los excedentes nos permitan bajar tarifas. Hoy tenemos una reducción de un promedio del 11 por ciento", dijo Merlano.

Protagonistas en el nuevo modelo de aseo

Siendo aún de madrugada, cada día Víctor Becerra llega al patio de Aguas de Bogotá en el sur de la ciudad, muy cerca al relleno Doña Juana. Allí recoge el camión recolector de basuras e inicia el recorrido con sus dos operarios hacia la zona rosa al norte de la ciudad.

El conductor revela el panorama: "Se ve mucho reguero, bolsas rotas, las canastillas llenas de basura, porque los vendedores ambulantes no nos colaboran. Eso es sólo para los peatones. Así encontramos la Carrera 15".

Y es que a pesar de la falta de cultura ciudadana, el cambio ha sido radical en el último año. Según Víctor, hoy una ruta la cubren en 2 horas y media, cuando con las volquetas tardaban casi 6.

"Tocaba llenar hasta 6 volquetas en el turno, y cuando eran conjuntos residenciales y sacaban las canecas, tocaba subirlas entre 5 compañeros para desocuparlas dentro del cajón de la volqueta. Ahora podemos trabajar con sólo dos operarios", explicó Becerra.

A pesar de que se advertía sobre una posible crisis financiera de Aguas de Bogotá, hoy según el gerente Ricardo Agudelo hay ganancias mensuales de alrededor de 1.600 millones de pesos. Sin embargo, para mujeres 'escobita', el punto de quiebre del sistema está en que los ciudadanos no colaboran.

"Uno está barriendo (y) al momento le están sacando la basura. A veces casi que se la tiran a uno en la cara", anotó una de las operarias en Chapinero.

Si bien el punto principal del programa distrital Basuras Cero es el reciclaje, aún hay falencias en las rutas y frecuencias de los recicladores. El conductor de Aguas de Bogotá reconoce que en algunas ocasiones tienen que compactar las bolsas blancas porque no hay quien los recoja.

Nelson Figueroa, reciclador caminante, dijo que además de la remuneración que diariamente puede ser de 60 mil pesos, lo que más valora es que hoy son visibles.

"Petro es el único que ha hablado con los recicladores porque los demás buitres sólo hablan con los buitres. Nos ha dado la mano para hacer el reciclaje un poco más decente de lo que se ve", indicó Figueroa.