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Minga indígena y su recorrido por Bogotá
Inaldo Pérez - Sistema Integrado Digital

“Disculpas a la comunidad indígena y a todas aquellas personas que se hayan sentido justificadamente ofendidas con las expresiones totalmente equivocadas que utilicé en un chat privado y que se filtraron aun medio de comunicación”. Este fue el mensaje de la médica caleña Juliana Andrea Rojas, envuelta en una polémica a raíz de sus comentarios contra las comunidades indígenas por su presencia en Cali (Valle) en el marco del Paro Nacional.

Pese a su arrepentimiento de haber expresado a colegas suyos, a través de un chat de Whatsapp que "dan ganas de que vengan las autodefensas y acaben literalmente con unos mil indios", la Clínica Imbanaco -a la que servía como médica especialista- dio por concluido de manera unilateral su contrato.

"En atención a los hechos recientes, la Junta Directiva y la Gerencia General, con el apoyo y acompañamiento del Comité de Ética de la institución, después de un análisis responsable de los hechos, ha tomado la decisión de finalizar de manera unilateral el contrato que media la relación con una médica adscrita, de la cual nos reservamos el nombre por razones de seguridad, toda vez que no representa los valores y el actuar de nuestra organización", reza el  comunicado donde la clínica privada no solamente sienta su posición frente al hecho sino que lo rechaza.

Previamente, desde la misma institución se había expresado a través de otro comunicado, “que las opiniones de terceros no representaban los valores de la institución” y anunciaba la investigación de lo ocurrido por parte  del comité de ética.

Lo escrito en whatsapp por la doctora Rojas, apareció publicado en Noticias Uno como un pantallazo, lo que de inmediato generó una ola de críticas a la profesional a través de las redes sociales, cuestionando su pensamiento frente a las circunstancias en que se vieron envueltos los indígenas que hicieron presencia en el sur de Cali y por lo menos 8 de los cuales resultaron heridos a tiros, en momentos en que transitaban por una exclusiva zona residencial del sur de la ciudad.

"Lamento mucho, como ser humano, haberme dejado permear del contexto de terror que se está viviendo en nuestra ciudad y pido públicas disculpas por haber dicho las expresiones que escribí desde el miedo, el agobio y la impotencia que sentí", escribe más adelante en su comunicado la profesional de la salud. 

Por igual, aclara que lo expresado por ella… “no consulta ni representa los valores personales de los demás miembros del grupo ni los institucionales de la clínica. Esta terrible equivocación ha provocado que mi nombre, teléfono e imagen se difundan en las redes. También he recibido amenazas directas y serias. Temo por mi vida y la seguridad de mi familia, especialmente por la de mis pequeños hijos", asegura.

Entre tanto, el Consejo Regional Indígena del Cauca, CRIC, también se pronunció sobre este caso.

"Profesionales en salud con estos criterios son los que ayudan a perpetuar las diferentes expresiones de violencia por las que atraviesa nuestro país, y al contrario, lo que genera son sentimientos de odio, miedo y desconfianza, colocando en riesgo la vida y la salud de los comuneros indígenas", señaló la CRIC a través de un comunicado.

 

Fuente

Sistema Integrado de Información

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