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Corazón
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Enrique Arnubio Ibarra es un hombre de 65 años que vive en Zarzal, Valle del Cauca. Su vida estuvo en peligro porque sufrió cinco infartos.

Según Enrique, este problema de salud lo tuvo por el cigarrillo: se fumaba cinco cajetillas diarias. 

“El último me dio y quedé tirado en la puerta, medio afuera y medio adentro”, relató este hombre a Noticias RCN. 

Después de esto, la única opción que tenía Enrique era recibir un trasplante de corazón. Pero esta posibilidad, en Colombia, puede ser muy difícil de alcanzar

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“La diferencia entre la gente enferma de corazón y la disponibilidad (de trasplantes) es grandísima. Las personas que se pueden trasplantar es como si se hubieran ganado la lotería”, explica Leonardo Salazar, médico de la Fundación Cardiovascular de Colombia, consultado por Noticias RCN. 

Pues bien, Enrique ha sido uno de los colombianos que se han ganado esa lotería. Cuando estaba hospitalizado, se enteró de la buena noticia.

“El primero de mayo, a las siete de la noche, me dan la noticia: que ya salió el donante y que me van a hacer el trasplante”, contó él. 

“Me puse a llorar porque pensé que yo no volvía a la casa”, agregó. 

Según Enrique, después de que le informaron que le harían el trasplante, vio al donante: “Del cuello le salía un resplandor. No le pude ver la cara. Y él volteó, salió y se fue. Yo creo que fue el donante, que vino a visitarme y a mirar dónde quedaba su corazón”. 

Ahora se siente bien y ha prometido no volver a fumar: “Me siento un rey, y afortunado. Me pusieron un corazón de 29 años, entonces ya tengo ganas de vivir”. 

Sobre los cuidados de salud, ya está advertido: “Hubo una enfermera que me dijo: ‘Vea, si usted vuelve aquí fumando, aquí le damos garrote’’.  

Fuente

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