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Violencia en el puerto de Buenaventura.
Un hombre sujeta restos de balas en las calles del barrio Juan XXIII, en Buenaventura.
AFP

Los obispos de Colombia le hicieron un llamado al Gobierno para que atienda de forma inmediata a la región Pacífico que está viviendo una crisis humanitaria profunda por las amenazas, desplazamientos forzados, confinamiento, asesinatos y todo tipo de atrocidades.

El presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana y arzobispo de Villavicencio, monseñor Oscar Urbina Ortega, condenó esta grave situación e invito a  toda la sociedad colombiana a expresar el rechazo total a esta escalada de abusos contra la vida y los derechos de los pobladores.

Consideró que debido a los alarmantes niveles de pobreza extrema de la región pacífica, la falta de alternativas para vivir con dignidad, la inequidad, la ausencia en muchas partes de este territorio de servicios del Estado claman por soluciones duraderas.

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Monseñor Urbina dijo que con mucho dolor ha seguido de cerca las situaciones descritas por los obispos del departamento del Chocó,  luego de una visita que han realizado a las comunidades a quienes les han expresado su profunda solidaridad a la zona del Baudó.

Igualmente, Monseñor denunció que han continuado las amenazas contra pobladores y contra el obispo de Buenaventura, monseñor Rubén Jaramillo, por lo que exigió respeto por sus vidas y por su integridad.

“El camino de construcción de paz que ha emprendido la diócesis de Buenaventura está guiado por la palabra del señor Príncipe de paz y no tiene otra finalidad que garantiza la dignidad de cada persona que habita ese territorio del Valle del Cauca”, detalló el arzobispo de Villavicencio .

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Los obispos del Valle del Cauca y del Cauca se encuentran reunidos en Buenaventura para acompañar de cerca el drama que vive esa región del país, por el aumento de las presiones a las comunidades, asesinatos de jóvenes líderes y defensores de la vida y la paz.

“Hacemos eco como una sola voz a clamor de la iglesia en el Chocó con sus sacerdotes, religiosos agentes, pastorales y sus obispos”, concluyó  el jerarca de la Iglesia Católica.

El obispo de Buenaventura, Rubén Darío Jaramillo, ha denunciado en varias oportunidades que ha recibido amenazas de muerte por parte de grupos ilegales que delinquen en el Puerto.

Fuente

Sistema Integrado de Información

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