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Fueron a San Andrés y terminaron detenidas, golpeadas y deportadas
Fueron a San Andrés y terminaron detenidas, golpeadas y deportadas
Cortesía

Para muchas familias viajar a San Andrés sería todo un sueño, sin embargo, para las caleñas Tatiana Vanegas y Luz Elena Acosta fue la experiencia más amarga de su vida. Ambas denunciaron que fueron detenidas, agredidas física y sicológicamente y deportadas a Cali.

En diálogo con RCN Mundo Cali, las mujeres relataron el drama que vivieron el pasado 9 de noviembre cuando llegaron de turismo a la isla, paseo que sólo duró cuatro horas.

“Nosotras viajamos a conocer la isla, era la primera vez que íbamos a San Andrés. Adicionalmente, fuimos a hacer unas relaciones comerciales, porque la empresa donde laboramos tiene, hace años, venta con unos distribuidores que ya están en la isla, solo íbamos a que nos conocieran presencialmente”, relató Tatiana Vanegas.

El 9 de noviembre Luz Elena y Tatiana se subieron a un vuelo con destino a San Andrés; ambas habían pagado, con anterioridad, el impuesto de ingreso a la isla y habían dejado sus pertenencias en el hotel donde se hospedaron.

Como todo turista, ambas se pusieron cómodas, se cambiaron de ropa, compraron unas camisetas que decían 'Yo amo San Andrés' y dieron un paseo por la playa. Ahí se tomaron fotos y disfrutaron del bello paisaje, sin embargo, desconocidos que se movilizaban en una camioneta negra polarizada las interceptaron, las cogieron del cuello y las pretendían subir al vehículo.

“Estábamos enamoradas de la isla, nos tomábamos fotos en los monumentos, en las playas, cuando de repente, de la nada, salieron dos personas, sin chaleco, sin identificación. Nos querían subir a la camioneta. Pensamos que nos iban a atracar”, relató Luz Elena.

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Mientras ambas mujeres creían que se trataba de un robo, incluso, de un posible secuestro, ambas decidieron gritar y pedir auxilio.

“Cuando creí que nos iban a atracar suelto el maletín para que se lo lleven, pero la señora me coge del cuello, de las costillas, me levanta la blusa y casi me desnuda. Me dijo que me callara y me subiera a la camioneta. Ahí me llené de miedo y comencé a gritar  ¡Auxilio! Porque nos querían llevar. A mi compañera otra persona también la tenía atrapada. En ese momento nos dicen que son personas de la Occre”, continuó Tatiana.

De igual manera, precisó que pese a que escucharon la palabra Occre, continuaban con la duda de quiénes las estaban agrediendo y presionando.

“¿Quién es la Occre?, no tengo ni idea quiénes son ustedes ¡Llamen a la policía! Gritábamos. En ese momento mucha gente se acercó y les dijo que no era la manera de tratarnos. Pues la gente sí sabía quiénes eran. En medio de los gritos, un policía se acercó para evaluar la situación y la Occre le indicó que estaban en medio de un procedimiento”, comentó Tatiana.

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En ese momento, la Policía acompañó el traslado de las mujeres a la oficina de la Occre, donde estuvieron detenidas a la espera de que un abogado las atendiera.

“Nos dejaron desde las tres de la tarde hasta las diez de la noche y nos acusaban de no tener permiso para trabajar en la isla. Ellos nos acusan de que estábamos vendiendo y que estábamos uniformadas, y lo único que teníamos era la camisa que habíamos comprado con la frase 'Yo amo San Andrés', relató Luz Elena.

A las diez de la noche del 9 de noviembre, las caleñas fueron trasladadas al aeropuerto para ser deportadas a Cali, sin embargo, la entidad no encontraba vuelos disponibles.

“La directora de la Occre nos dijo que íbamos a ser expulsadas de la isla, que nos iban a poner una multa de 20 SMLV a cada una, es decir $20 millones”, dijo Tatiana.

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Mientras las mujeres esperaban su deportación a Cali, la Procuraduría tomó el caso y les permitió ir al hotel a cambiarse, recoger sus pertenencias y comer.

“La Procuraduría nos permitió ir al hotel mientras nos custodiaba. Incluso nos ofrecieron quedarnos como si nada hubiera pasado, nos dijo que termináramos nuestras vacaciones. Cuando nos dejó en el aeropuerto para embarcar el viaje a Cali, miembros de la Occre volvieron a hostigarnos”, precisó Tatiana.

“Nos trataron como delincuentes, hasta para ir al baño nos acompañaban”, sostuvo Luz Elena. Cerca de la una de la tarde del 10 de noviembre ambas fueron enviadas a la capital del Valle, una vez en la ciudad interpusieron las respectivas denuncias ante la Fiscalía General de la Nación y la Procuraduría por agresiones, golpes, intimidaciones y afectaciones sicológicas.

Ambas llegaron con recuerdos pero, a diferencia de muchos, son amargos, por ello, coincidieron en no querer volver a nombrar la palabra San Andrés.

“De mi parte San Andrés quedó en el lado oscuro, fue pasar del cielo al infierno”. “No quiero volver a San Andrés, no queremos nada de allá, ese viaje nos dejó secuelas”, enfatizaron las caleñas.

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Agresiones

Cabe resaltar que, en medio del operativo adelantado por la Occre, las mujeres sufrieron rasguños, golpes, opresiones en las costillas y daños en elementos como bolsos y relojes.

Por ello ambas acudieron a las autoridades competentes para denunciar el procedimiento, solicitar sanciones y esperar que la entidad les pidan excusas públicas debido a que “nosotras no somos delincuentes, no fuimos a trabajar, simplemente queríamos conocer San Andrés”, dijeron entre lágrimas.

Fuente

Sistema Integrado de Información

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