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Colombia se está envejeciendo dicen Fedesarrollo y Saldarriaga Concha

Foto referencial AFP



¿Qué pasa con la vejez en Colombia? La pregunta fue uno de los puntos de partida del estudio Misión Colombia Envejece, una investigación de Fedesarrollo y la Fundación Saldarriaga Concha cuyos resultados advierten que la población mayor de 60 años crece aceleradamente y se calcula que en 2050 superará los 14 millones.

El estudio establece que la reducción en el número de hijos y el aumento de la expectativa de vida, figuran entre las causas del envejecimiento de la población y sugiere que la salud, el cuidado, el acceso a la pensión y el trabajo, son algunos de los aspectos en que más se debe trabajar por las personas mayores ahora y de cara al futuro.

El estudio Misión Colombia Envejece indica que, de acuerdo con las proyecciones para el año 2050, el país tendrá más de 14 millones de personas de 60 años o más, es decir 23 por ciento de la población total y las personas entre 60 y 70 años de edad se multiplicarán por 6,4 veces mientras los mayores de 80 años se multiplicarán por 17.

"Como resultado de esto se ha alterado la estructura familiar y se vislumbra, entre otras, la necesidad de pensar en quién asumirá el cuidado de esa población", dice el informe. También muestra que cada vez las parejas tienen menos hijos al tiempo que las expectativas de vida de la población han aumentado acercando al país a una situación en la que cada vez serán menos los jóvenes que tomen las riendas productivas del país.

Así mismo, el estudio estableció que este proceso de envejecimiento no es homogéneo geográficamente, es decir, se da de forma más acelerada en las zonas urbanas que en las rurales y, especialmente, en las ciudades más modernas y desarrolladas.

La feminización de la vejez

El aumento en la expectativa de vida especialmente de la mujer con respecto a los hombres llevará a que la población mayor esté compuesta principalmente por mujeres, lo que implica que el proceso de envejecimiento esté asociado a una mayor relación de feminidad, que se mide con el número de mujeres por cada 100 hombres.

Para el período que observó el estudio, en 2050 se prevé que habrá 127 mujeres por cada 100 hombres. En esto contribuyen factores de salud que hacen que, por ejemplo, las mujeres tengan menor riesgo de enfermedad cardiovascular hacia los 50 años, aunque más tendencia a sufrir obesidad.

Esos elementos hacen que sea un grupo con unas mayores vulnerabilidades, no solamente en términos de mayor cuidado en el aspecto económico por tener menores ingresos que los hombres, sino porque tienden a una mayor informalidad laboral y menores posibilidades de vincularse al sistema de salud.

También tiene incidencia el conflicto armado, pues el reporte habla de que hay más víctimas mujeres que hombres, muchas de ellas viudas o que han perdido personas de su núcleo familiar y esto les ha reconfigurado su rol.

Normalmente la violencia ha atentado contra la generación entre los abuelos y los nietos y esto hace que los abuelos tengan que asumir roles de padre o madre y del sustento que en principio no les correspondía, o hayan perdido el que les proveían sus hijos.

Hogares unipersonales

El estudio encontró en el plano del que llamó "envejecimiento doméstico", que se calcula que en cerca de uno de cada tres hogares colombianos hay una persona mayor y uno de cada cuatro hogares es liderado por una de ellas, lo que ha alterado las estructuras familiares.

También se detectó que los hogares unipersonales con adultos mayores se doblaron entre 1990 y 2010 y, de forma paralela, aumentó el porcentaje de hogares conformados sólo por adultos mayores, que pasaron de 2,8 a 5,7 por ciento.

Pero además, la esperanza de vida de las personas en Colombia al momento de nacer ha ido aumentando y se aprecia que el envejecimiento tiene una clara diferencia en términos de sexo, pues esa esperanza de vida es mayor en las mujeres que en los hombres.

Envejecimiento y dependencia

Se encontró que el proceso de envejecimiento no es igual geográficamente sino que es más acelerado en las zonas urbanas, especialmente en las ciudades más modernas.

Respecto a la población entre 15 y 35 años, hay mayor proporción de gentes de 60 años o más en las zonas rurales que en las urbanas. Sin embargo, la mayor fecundidad y mortalidad en las zonas rurales y el proceso de envejecimiento de los adultos que migraron hacia las ciudades en años anteriores, hace que la población de 60 años o más tienda a crecer mucho más en las zonas urbanas que en las rurales.

Otro aspecto es que la relación de dependencia entre personas menores de 15 años y mayores de 60, y las que están entre 15 y 59 años que es la potencialmente activa, ha disminuido en los últimos años.

Actualmente por cada 100 jóvenes hay 61 personas en edades no productivas pero después de la década de 2020 esa relación de dependencia empezará a aumentar, producto del envejecimiento paulatino de la población.

Los viejos de Colombia, los más pobres de América Latina

En el análisis se observa que a partir de 2020 se incrementará gradualmente el número de personas mayores de 60 años y menores de 15.

También que los viejos de Colombia son los más pobres de América Latina y que la proporción de personas mayores que logran acceder a una pensión es cada vez menor. Precisamente, sobre el tema pensional el estudio dice que al actual ritmo, para 2050 sólo 85 por ciento de la población en edad de jubilarse podrá acceder a una pensión. (Lea también: Piden reforma pensional ante acelerado envejecimiento de la población)

Además, evidencia que en general los colombianos saben muy poco acerca de cómo funciona el sistema pensional y tienen muy poca cultura de ahorro para la vejez o sencillamente no tienen capacidad de ahorro para hacerlo.
También encontró que muchas personas mayores de 60 años deben trabajar, pero pocos logran cotizar suficiente en el sistema y tienen pocas posibilidades de acceder a una pensión de jubilación.

¿Quién cuidará de las personas mayores?

El cuidado de las personas mayores es otro tema que aborda el estudio, según el cual se prevé que en Colombia los cambios demográficos aumentarán el número de personas mayores que requieren de cuidado por parte de las familias.

Halló,por ejemplo, que particularmente en el área rural y en los estratos bajos la gente mayor de 60 años y algunas personas entre 40 y 60 años tiene la idea de que los hijos son quienes los van a cuidar, en especial las hijas (feminización del cuidado). (Lea también: En Colombia los ancianos se suicidan por maltrato, abandono y depresión)

Sin embargo, al tratar de conciliar sus actividades laborales y de cuidado, la mujer puede entrar en un círculo de pobreza sin salida. Aun así, las personas entre 40 y 60 años que son trabajadoras no tienen una expectativa de ser cuidadoras. Es decir, mientras una persona mayor espera que su hija la cuide, esa hija no está pensando en convertirse en su cuidadora.

Esto puede tener relación con el hecho de que el cuidado intrafamiliar se considera una carga, pues implica un esfuerzo adicional. Pero incluso hoy las personas mayores se están volviendo cuidadoras de sus nietos dado que la población entre 20 años y 50 años está trabajando, y también de familiares con discapacidad, cónyuges o incluso sus padres. Esto, sin embargo, representa una oportunidad de formalizar el cuidado y con ello la inserción de la mujer en el mercado laboral.

Hogares geriátricos o cuidado a domicilio

Colombia no tiene claridad en el manejo de otras fórmulas y el hogar geriátrico se ve como una forma de abandono y no como una opción viable y natural. Al tiempo que no hay una claridad acerca de cómo cuidar y ser cuidado.

La opción del cuidado a domicilio que ofrecen algunas empresas sólo existe en las zonas urbanas y sólo los grupos de altos ingresos pueden acceder a ella. En los estratos sociales medio-alto y alto hay una perspectiva de cuidado distinta y muchos planean el ingreso a un hogar geriátrico como opción.

Por el contrario, en el rango de la población más pobre no hay opciones de cuidado distintas a las propias familias. Y en la población de ingresos medios y medios-bajos los hijos tienen una tendencia a la migración porque no hay una posibilidad de cuidado con ahorros propios.

Debido a esto en Colombia hay una tendencia a que las personas mayores de muy pobres o escasos ingresos reciban un cuidado nulo, incompleto o inadecuado y el cuidado no es visto como un trabajo remunerado, algo que debe empezar a cambiar.

Trabajar en la vejez

Los datos de Misión Colombia Envejece muestran que más del 30 por ciento de la población del país mayor de 60 años, y el 7 por ciento de los mayores de 80 años trabajan, lo que está muy por encima de los registros en países avanzados.

Los profesionales más calificados, lo hacen por gusto, pero la mayoría trabaja porque no tiene otra alternativa para subsistir pues carecen de pensión y ayuda de su familia.

Después de los 70 años, el 58 por ciento de los hombres en zonas rurales aún trabaja, mientras que en las zonas urbanas sólo lo hace el 30 por ciento. También se encontró que después de que las personas han superado la edad de jubilación aumentan las tasas de informalidad, lo que refleja la dificultad de las personas mayores para ingresar al sector formal o mantenerse en éste.

En los estudios cualitativos surgió el hecho de que en los grupos de bajos ingresos la historia laboral se caracteriza por trabajos informales, de corta duración, la inestabilidad, los salarios bajos y nulo acceso a la seguridad social. Sin embargo, aún después de la edad de jubilación continúan trabajando para sostenerse ellos y a sus familias porque no alcanzaron una pensión, o si lo hicieron no es suficiente para vivir.

El 77,2 por ciento de quienes tienen 60 años o más no recibe ingresos, es decir, tres de cada cuatro personas adultas mayores. El 3,6 por ciento de ellos recibe menos de un salario mínimo legal vigente; el 9,7 por ciento recibe entre 1 y menos de 2 SMLV; y el 9,5 por ciento recibe entres 2 o más.