Recorrido por los barrios secos de Santa Marta

El Acueducto en burro del barrio Juan XXIII y Fronteras invisibles del agua en el barrio Nacho Vives, dos historias que encontramos en Santa Marta y que hablan de las penurias de las familias de barrios populares por la falta de agua.

El Acueducto en burro

Hay un burro amarrado a una carreta esperando a que le llenen 24 garrafas de agua de 20 litros cada una, para subirla al barrio Juan XXI, en el norte de Santa Marta.

[imagewp:343876] Foto: RCN Radio

Cuatro muchachos que sacan el agua de un tanque subterráneo, una alberca, cobran mil pesos por convertirse en un acueducto improvisado, el único disponible en la parte alta.

Luz Dary y su hijo sembraron un palo de amín frente a su casa. Esa mata no come mucha agua si es que les retoña. La falta de agua es un problema tan crónico en Juan XXI que ya para qué ducha, ese aparato se convirtió en un bien suntuario

Las fronteras invisibles del agua

Recorrido por los barrios secos, de Santa Martahttps://t.co/vctYQUADoL pic.twitter.com/rkebSNI8Mu

— RCN Radio (@rcnradio) 28 de abril de 2017

Cerca de Juan XXIII está el barrio Nacho Vives que se ha partido en dos, de la carrera 21c para arriba nunca hay agua, los “privilegiados” de la 21c para abajo, reciben agua una vez a la semana durante una hora. La tabla de salvación es la alberca

En efecto, aunque en su zona no sale agua del grifo hace tres meses sí le llega factura a don José, también a Orlinda, quien vive justo después de la esquina donde el agua se devuelve sin pasar por su casa. Su casa con 16 niños que siempre tienen sed.

Los habitantes coinciden en que desde hace unos meses ha mejorado en algo el suministro, al menos a los tanques comunales, pero mientras no haya solución definitiva no habrá ducha y el agua seguirá llegando en burro a los barrios secos de Santa Marta