Capturan presuntos extorsionistas en el Huila

Cinco personas que hacían parte de una peligrosa banda de extorsionistas fueron capturadas en el Huila y en otras regiones del país.

Las investigaciones permitieron descubrir que estos hombres identificados como Jhon Mauricio Rodríguez Rivera, José Camilo Corzo Calderón, Fernando Ipuz Ceballos y Marina Mejía Loaiza, hacia parte de una banda llamada ‘Los Contratistas’ los cuales venían exigiendo millonarias sumas de dinero a ingenieros y propietarios de maquinaria pesada para la construcción de vías en diferentes departamentos.

Las operaciones se adelantaron de forma conjunta entre la Novena Brigada del Ejército, en coordinación con el CTI, adscrito al Gaula, y la Fiscalía, inició desde el 2016 y ha permitido la captura de nueve integrantes de este grupo delincuencial.

El director de Fiscalías en el Huila Justino Hernández confirmó esta banda concentraba sus actividades delictivas en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Caquetá, Guajira, Norte de Santander, Arauca, Chocó, Huila y Valle del Cauca.



Las autoridades confirmaron que estos delincuentes mediante llamadas telefónicas los contactaban a sus víctimas, en especial propietarios de maquinaria pesada para la construcción de vías y solicitarles el servicio y así lograban concretar el lugar en el que se haría efectivo el pago anticipado.

Además solicitaban el número celular del conductor para suministrarles las indicaciones, cuando ya la persona se encontraba en la zona, por lo general distante, despoblada y sin flujo vehicular, la contactaban y tras identificarse como integrantes de las Farc o el ELN, dependiendo el Departamento, le exigían apagar el vehículo y los equipos celulares. porque desde ese momento se encontraba secuestrado.

De inmediato la banda tomaba contacto con el propietario, y tras asegurarle que el conductor se encontraba secuestrado, amarrado y vigilado, les exigían sumas que oscilaban entre los 30 y 50 millones de pesos para dejarlo en libertad, no quemar el vehículo y respetarle la vida.

El dinero debía ser consignado a través de empresas de giros, siendo retirados en distintas partes del país para no despertar sospecha y de esta manera evadir el accionar de las autoridades.