Sobrevivientes de Armero siguen esperando tras promesas del Gobierno

En medio de homenajes a las víctimas y exigencias al Gobierno Nacional, se cumplen 33 años de la tragedia que borró del mapa al municipio de Armero, ubicado en el norte del Tolima, y que cobró la vida de más de 20 mil personas luego de la erupción del volcán Nevado del Ruiz, el 13 de noviembre de 1985. 

Tras más de tres décadas de la catástrofe natural, los sobrevivientes siguen esperando que el Estado cumpla con los compromisos plasmados en Ley 1632 de 2013 o la denominada 'Ley de Armero', principalmente en relación a la restitución jurídica de predios y la construcción de espacios que además de conmemorar a los fallecidos, buscan impulsar el desarrollo ecoturístico de la región. 

Carlos Alonso Escobar, alcalde de Armero Guayabal, explicó que aunque el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) elaboró el registro de propietarios de terrenos, no hay claridad sobre las acciones del Gobierno Nacional para reconocer el derecho de las propiedades, indemnizar o compensar a los damnificados y posteriormente adquirir administrativamente los predios con fines de utilidad pública o social.  

Lea también: Los niños perdidos de Armero, 33 años después de la tragedia

“Hacemos el llamado al Gobierno para solucionar los terrenos del antiguo casco de Armero, porque el IGAC adelantó el Registró Único de Propietarios, pero no han definido legalmente que van a hacer con esos predios, si los retomará el Estado o se repararán los sobrevivientes” dijo el mandatario. 

Según Escobar, esta situación le ha impedido a las administraciones locales avanzar en la consolidación del parque temático Jardín a la Vida, proyecto de carácter turístico y de memoria histórica.

“Hasta el momento ha sido casi un saludo a la bandera, por eso esperamos y hacemos el llamado al Gobierno Nacional”, agregó.  

Conmemoración en el Camposanto

Desde el pasado fin de semana iniciaron las actividades en conmemoración a las víctimas de la tragedia.

Para hoy se tiene prevista la realización de una eucaristía, la entrega de ofrendas florales  y el desarrollo de diferentes actos culturales que rescatan las tradiciones de la ‘Ciudad Blanca’.

Los armetiras esperan durante el día la presencia de miles de personas en el camposanto, que como es tradicional, asisten cada año para recordar a sus familiares y seres queridos o para  intentar reencontrarse con  quienes desaparecieron en la catástrofe.