Un artesano boyacense fabrica las mejores bicicletas miniatura de alambre del mundo

Rodrigo Morales  nació en Moniquirá, el pueblo dulce de Boyacá, de sus 60 años de edad, lleva 38 fabricando pequeñas bicicletas de alambre utilizando únicamente sus manos y  un alicate con el cual moldea marcos, ruedas, manubrios, pedales y  el resto de los aditamentos que le pone con fino detalle a sus variados modelos.  

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A este hombre lo encontramos en medio de montañas de café, en Palestina,  la llamada Colina iluminada de Caldas, donde terminaba una de las etapas del Clásico RCN, ofreciendo su arte, porque boyacense que se respete gusta del ciclismo, en su juventud entrenaba  y  compitió en algunas carreras como aficionado, allí conoció a varias figuras del momento como Martín Ramírez, Rafael  Tolosa, Lucho Herrera y muchos otros.

Rodrigo lleva a sus espaldas un morral en el que guarda sus tesoros los cuales exhibe en una mesita plegable, tapizada con telas roja y blanca que hacen lucir aún más las pequeñas bicicletas en modalidad de ruta,  turismo, montaña y  BMX  que fabrica en cuatro tamaños con materiales de alambre, cordón de nylon y mangueritas de caucho.

De eso ha vivido más de la mitad de su vida, de moldear con sus manos el metal delgado que convierte en obras de arte, se levanta a trabajar en su propia casa a las cinco o seis de la mañana hasta cuando llega a la meta de unas 40 o 50 en el día.  En la más grandecita tarda unos 10 minutos, hay otras más complicadas que exigen un poco más de tiempo.

Las más pequeñitas las vende en seis o siete mil pesos, los precios varían dependiendo el lugar porque hay que sacar los costos de pasajes, hotel y comida, la idea es llegar con algo  a la casa, pero con todo y eso es una obra artesanal muy barata al alcance de todos”, subraya Rodrigo.

Añade que empezó a  hacer sus bicicletas desde 1984, “soy uno de los más antiguos en el oficio, incluso antes de que Lucho Herrera fuera  campeón de la Vuelta a  España yo ya vendía ciclas”, acota el moniquireño.

“ Cuando estoy en la casa las hago,  luego salgo a venderlas, entregó pedidos, voy a eventos como la Vuelta Colombia, el Clásico RCN , a la ciclo vía y salgo fuera de Bogotá a cualquier lugar del país donde hay ferias, me gusta es lo que sé hacer, de eso he vivido; trabajando juicioso saqué dos hijos adelante, compré mi casa y mis cositas,  soy un artesano”, dice con orgullo  Rodrigo Morales.

Sus caballitos de hilos de metal sirven como adornos de mesa o de sala, como colección en vitrinas, otros son llaveros  o  para colgarlos en el carro. “Los llavero son exclusivas míos,  hay otro cicleros que hacen lo que yo hago, pero esos son míos ,” enfatiza el artesano que no pudo ser ciclista profesional, ni campeón del Tour de Francia como quería, pero que es tal vez  es el mejor fabricante de bicicletas de alambre del país, la gente buena de Colombia que se rebusca la vida dignamente.

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Los invitamos a escuchar a continuación, en el  Podcast Croniqueando con Jairo Tarazona de esta semana, el episodio: Un artesano boyacense fabrica  las mejores  bicicletas miniatura de alambre del mundo