Con honores despidieron a policía santandereano asesinado en Caquetá
Estas honras fúnebres al patrullero santandereano se hicieron con familiares, amigos y habitantes del municipio de Güepsa.
Con gran tristeza familiares, amigos y vecinos del municipio de Güepsa le dieron el último adiós al patrullero William Rodolfo Echeverría Velasco quien fue asesinado en medio de un atentado a la caravana de seguridad del Gobernador del Caquetá, hecho ocurrido el pasado domingo.
El policía santandereano, quien tenía tan solo 28 años de edad, 7 al servicio de la policía Nacional será recordado por sus más allegados por su carisma, nobleza, y especialmente por su amor a su familia.
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Al municipio de Güepsa llegaron ciudadanos de todas partes de la región para brindarle acompañamiento moral y afectivo a la familia del patrullero, primordialmente a su señora madre quien no pudo contener su llanto, al ver el cuerpo de su hijo, pero a quien esta vez no lo podía abrazar como estaba acostumbrada.
Por las calles principales del municipio había una carroza fúnebre en la que reposaba el cuerpo de este joven valiente quien perdió la vida en medio de su servicio, las flores blancas que llevaban las personas, compañeros de trabajo, familiares, amigos resaltaban las principales calles de la localidad.
Un profundo silencio prevaleció durante su calle de honor, en el que se anunciaba que un héroe de la patria estaba siendo llevado al cementerio, un joven a quien sus raíces santandereanas siempre lo acompañaron en todo momento, y quien se sentía muy orgulloso de pertenecer a la Policía Nacional.
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En medio de las palabras que entregaron los altos mandos de la Policía Nacional, resaltaron el trabajo y el compromiso del santandereano para con la institución.
Recordemos que el patrullero santandereano murió junto con su compañero Miguel Ángel Bernal Espitia, oriundo de Fusagasugá, Cundinamarca, ellos hacían parte del esquema de uniformados que brindaban seguridad al gobernador del Caquetá y a quienes les arrebataron vilmente su vida cuando se activó un artefacto explosivo en la carretera.
Hoy estas dos muertes enlutan no solo a sus familiares sino a todo un pueblo colombiano que sufre las consecuencias de los atentados ocurridos en nuestro país.
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