El paso de frontera hacía Venezuela sigue sin normalizarse
Desde el pasado 23 de febrero no se permite el paso a toda la población venezolana por los puentes internacionales.
El movimiento migratorio por los puentes Francisco de Paula Santander, Simón Bolívar y la Unión, sigue semiparalizado; solamente se admite a estudiantes, personas enfermas, mujeres embarazadas y niños que requieren sus respectivas vacunas.
El gerente de Frontera, Felipe Muñoz, dijo a RCN Radio: “no es cierto que exista normalidad en los pasos legales que comunican a Colombia con Venezuela, porque un 70% de la población se ve obligada a utilizar las trochas por donde movilizan los alimentos y medicinas que necesitan en su país”.
Según el funcionario, aproximadamente 9 mil personas se trasladan diariamente por los puentes internacionales, quienes enfrentan problemas al momento de ingresar alimentos por parte de las autoridades de su mismo país.
"Se ha logrado es reactivar el corredor humanitario, gracias a la presión que ha realizado el Gobierno colombiano a los organismos internacionales. Se permitió el paso de los estudiantes venezolanos que a diario se trasladan unos 2.800 niños, por el puente Francisco de Paula Santander y 1.800 menores por el Simón Bolívar", agregó Muñoz.
Dijo además que pese a un cierre fronterizo por parte de las autoridades venezolanas, se ha incrementado el número de niños matriculados en escuelas y colegios de Norte de Santander, cuya cifra asciende a más de 9 mil pequeños.
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Agregó que frente a los pasos ilegales por donde los grupos armados pretenden fortalecer diversos delitos y realizar el control de la zona, "el Gobierno colombiano en ningún momento ha legalizado la movilización por las trochas, es una respuesta a la ayuda que requieren, por eso la Policía y Ejército en distintos operativos reseñaron a 40 personas; 35 de ellas han sido enviadas a Migración y cinco capturadas señaladas de cometer distintos delitos".
La población de frontera ha denunciado que deben pagar entre 3.500 y 4.000 pesos a los grupos armados y a la guardia venezolana, que se ubican en las trochas, con el objetivo de ingresar a su país los alimentos y medicinas que requieren.
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