En Norte de Santander temen aumento de la violencia tras regreso a las armas de ex líderes de las Farc

Analistas políticos, representantes de distintas ONG y víctimas de la violencia, coinciden en manifestar que el panorama de orden público podría empeorar a mediano plazo, con el regreso a las armas de algunos de los excombatientes de las Farc, entre ellos Márquez, Santrich y El Paisa.

Teniendo en cuenta la presencia de otros grupos armados como el Eln, Los Pelusos y otras bandas criminales, que buscan el dominio de los cultivos de coca, ante el crecimiento de los mismos en los últimos meses.

Luis Fernando Niño ex comisionado de paz, dijo a RCN Radio que “nos preocupa los anuncios de ex comandantes de las Farc de volver a las armas, es volver a la guerra, a los desplazamientos y secuestros”.

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Expresó que esta decisión deja muchos interrogantes. "Las disidencias de las FARC están muy fuertes en varias regiones del país, en donde hay presencia de cultivos de coca, siendo una de las causas de los enfrentamientos de los grupos armados", dijo Niño.

“Quienes dejaron las armas y tienen aspiraciones políticas, están expuesto a prescindir y volver a las filas. Para nadie es un secreto que entre los desmovilizados hay inconformismo, por incumplimientos frente a lo pactado”, sostuvo el analista.

Wilfredo Cañizares, representante de la Fundación Progresar, dijo por su parte que “desde hace varios meses veníamos hablando del incumplimiento del Gobierno Nacional, hay 150 ex combatientes asesinados y todo un ambiente de polarización de violencia verbal y mediática”.

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Sostuvo que "aunque no se justifica la decisión que han tomado Iván Márquez, Santrich y El Paisa, es un retroceso para la historia del país, y es grave para la región a mediano plazo en términos de violencia y acciones guerrilleras", expresó Cañizares.

Igualmente, las víctimas de las acciones violentas de las Farc, afirman que deja mucho que pensar, cuando estos excombatientes pidieron perdón por todo el dolor causado.

Jose López, quien perdió a su hijo por la activación de un campo minado en zona rural de Tibú expresó que “es una muestra de que nunca hubo arrepentimiento. Para ellos no significa nada la muerte de un ser querido, pero lo peor es volver al dolor que causa un gran vacío".