Familias cocaleras del Catatumbo protestan por erradicación forzada de cultivos

Momentos de tensión se vivieron en la zona del Catatumbo por la amenaza que mantienen los cultivadores de coca en esta región del país, por los operativos que desarrollan los miembros del Ejército, en medio de su trabajo de erradicación de cultivos ilícitos.

Desde tempranas horas de este lunes, alrededor de 300 personas que hacen parte de las familias dedicadas al cultivo de coca y amapola decidieron salir a la vía Cúcuta–Tibú a bloquear el paso de vehículos a la altura del sector Llano Grande.

Los manifestantes quemaron cauchos, pincharon las llantas de algunos vehículos, los cuales fueron dejados a un costado de la carretera y a los mismos les instalaron pancartas con mensajes de protesta por los incumplimientos del Gobierno Nacional, y la exigencia de que cesen las erradicaciones forzadas.

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“No más erradicación forzada basta “, “sí a la sustitución, no a la erradicación”, “si el campesino no puede trabajar, Ecopetrol tampoco”, son algunos de los mensajes que fueron instalados en letreros por parte de los campesinos.

Según datos de las organizaciones que agrupan a quienes se dedican a este negocio en el Catatumbo, el Gobierno maneja una cifra de 3.000 familias, pero para ellos esta es una cifra mentirosa, ya que son aproximadamente 12.000 familias las que se benefician de manera directa con este negocio.

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De otro lado, hay que indicar que pese a una reunión sostenida por parte de algunos representantes de los cocaleros con funcionarios del orden departamental y nacional, y donde se concretó que para finales de mes se desarrolle una gran asamblea con presencia de funcionarios del alto gobierno, muchas familias dedicadas a la siembra de coca se muestran escépticas de lo que pueda pasar, ya que manifiestan el gobierno nacional les ha incumplido en varias ocasiones.

Por ahora, las pequeñas familias productoras de coca en Norte de Santander han manifestado seguirán protestando por la presencia de los soldados en sus territorios, erradicando de manera forzada los cultivos ilícitos que allí se tienen.