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Nuncio apostólico y obispo
Cortesía Diócesis Ocaña

Durante una eucaristía celebrada en la Catedral de Santa Ana, y atendiendo todos los protocolos de bioseguridad, asumió las riendas de la Diócesis de Ocaña, monseñor Luis Gabriel Ramírez Díaz.

En la misa participó el Nuncio Apostólico de la Santa Sede en Colombia, monseñor Luis Mariano Montemayor, quien leyó la bula del Papa y recordó el compromiso de evangelizar a los habitantes de la región. En la posesión estuvieron acompañando al nuevo Obispo, los arzobispos de Tunja, Gabriel Ángel Villa Vahos, y Pamplona, Jorge Alberto Ossa Soto, además del presbiterio y los grupos pastorales de la región.

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Monseñor Luis Gabriel Díaz, quien ha participado en varios procesos de liberación, tanto de civiles como de militares, insistió en el rescate de valores para restituir el tejido social en esta zona del Catatumbo.

“El buen pastor da la vida por apacentar el rebaño”, dijo el alto prelado, al connotar el papel de la Iglesia Católica en los procesos de pacificación en la región del Catatumbo y sur del departamento del Cesar.

Monseñor Ramírez conocía de primera mano el proceso de evangelización en esta región, ya que durante un año se desempeñó como administrador apostólico de la Diócesis de Ocaña, recorrió las distintas vicarías y participó en la conciliación y liberación de varias personas secuestradas. 

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Por su parte, el Nuncio Apostólico de la Santa Sede en Colombia, monseñor Luis Mariano Montemayor, hizo una radiografía de la jurisdicción eclesiástica. Aseguró que los sacerdotes se convierten en pieza fundamental para la convivencia pacífica de los pueblos. 

En su intervención, el Nuncio Apostólico trajo el mensaje del papa Francisco, en el que le pide al nuevo obispo de Ocaña que brinde una acogida fraterna y generosa a todos sin discriminación de personas, especialmente a los más pobres, a los campesinos a las comunidades indígenas y a los migrantes.

 “Me consta que usted como administrador apostólico ha comenzado esa obra. La Diócesis de Ocaña con las circunscripciones eclesiásticas de Arauca, Cúcuta y Tibú hace parte de la Arquidiócesis de Nueva Pamplona y cuenta con unos 535.000 fieles católicos y tiene una rica historia de fe en una zona donde se mantiene una gran influencia entre la población campesina, la vida pastoral está organizada en ocho vicarías foráneas con 47 parroquias atendidas por 98 sacerdotes diocesanos, de los cuales hay 87 en el servicio pastoral directos ayudados por cuatro diáconos permanentes”, apuntó el Nuncio Apostólico, monseñor Montemayor

Fuente

Sistema Integrado Información

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