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Catatumbo
Foto Cortesía: @edinsonpower

Las Diócesis de los municipios de Tibú y Ocaña, junto a la Defensoría del Pueblo y La ONU, realizaron la peregrinación por la vida y la paz, donde cientos de personas, marcharon hasta el municipio de El Tarra, con el fin de pedir el cese de las acciones violentas en la región del Catatumbo.  

Miles de pobladores de cinco municipios del alto Catatumbo, afectados por los cruentos combates entre el Eln y el Epl, pidieron a los actores armados, desistir de la guerra y buscar una salida negociada al conflicto que ha ocasionado el desplazamiento de miles de familias.   

El Obispo del Municipio de Tibú, Omar Alberto Sánchez en diálogos con RCN Radio, señaló que es urgente tener un signo de esperanza para esta comunidad seriamente afectada por la violencia, generada por estos grupos armados.     

"Adelantamos esta jornada y a pesar de los temores, las personas salieron a las calles a recibir la caravana, realizamos una celebración eucarística donde pedimos que el Catatumbo sea distinto, sin armas, sin guerra y donde la gente le expresó a los actores armados, que esta zona no es para la guerra, ni la guerra para esta zona" aseguró el Obispo del Municipio de Tibú.   

Además dijo que quisieron decir "que no estamos buscando una paz de hoy, de esta confrontación entre grupos, sino una paz para siempre, que no es una paz chiquita, una que nos beneficie a todos los que habitamos esta región"   

Entre tanto, Asociaciones Campesinas, de Mujeres, Comunidades Indígenas y La Iglesia Católica en el Catatumbo, piden a la Cruz Roja Internacional y otras instituciones Defensoras de Derechos Humanos, mediación en el conflicto entre el Eln y el Epl en la región donde decenas de personas están confinadas y han salido desplazadas a otras regiones.   

Finalmente, se conoció que 291 familias de la vereda La Primavera, del municipio de San Calixto y 151 en la vereda Mesitas de Hacarí, en Norte de Santander, se han ubicado en refugios humanitarios.  

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