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Alerta por reclutamiento forzado de jóvenes en Soacha y sur de Bogotá

RCN La Radio conoció un informe de la Defensoría del Pueblo en el que lanza una alerta temprana ante el incremento del reclutamiento forzado de menores por parte de bandas criminales en Soacha (Cundinamarca) y en los límites de esta localidad con Bogotá.

Según el documento de la Defensoría del Pueblo del Sistema de Alertas Tempranas de junio de 2013, persisten las acciones dilatorias de Derechos Humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario en las Comunas 1, 3, 4, 5 y 6 de Soacha por la presencia de grupos armados ilegales como los denominados ‘Águilas Negras-Bloque capital’, ‘Rastrojos-comandos urbanos’ e integrantes de milicias de las Farc.

Agrega que el riesgo sigue siendo alto y persisten los factores de vulnerablidad como las amenazas de muerte, homicidios selectivos, extorsiones, reclutamiento y utilización de niños, adolescentes y jóvenes, por parte de grupos armados ilegales que delinquen en las zonas altas de Soacha y en los límites de ese municipio con la capital colombiana.

El documento indica que "los grupos armados ilegales buscan ejercer el control territorial, por medio de la intimidación y el uso de la violencia, interferir de forma autoritaria los procesos comunitarios, regular mediante la administración del miedo el ejercicio de los derechos por parte de la ciudadanía, y asegurar el dominio de las finanzas producto de actividades ilegales"".

Subraya que se ha tenido conocimiento de "la vinculación de niños y adolescentes a las lógicas de violencia de los grupos armados ilegales".

Altos de Cazucá

El informe de la Defensoría dice igualmente que en esa zona "continúa la presencia y accionar de personas armadas, conocidas como 'Los Maca', al parecer vinculadas con las Águilas Negras-Bloque Capital'(...)".

Revela que ese grupo ha vinculado "a su accionar a adolescentes entre los 14 y 16 años, y habrían sido los presuntos responsables del homicidio de una niña de 15 años en diciembre de 2012".

Altos de la Florida

El documento de la Defensoría del Pueblo agrega que en ese sector "se han evidenciado nuevas modalidades de reclutamiento por parte de los actores armados ilegales, para seducir a las mujeres jóvenes, a fin de integrarlas a sus organizaciones y obtener información de ellas".

Agrega que se "ha tenido conocimiento de que adolescentes de aproximadamente 15 años, han sido abordadas por integrantes de grupos armados, quienes las coquetean, halagan y tratan de enamorarlas para ganar su confianza y lealtad".

Dice que en esa zona "en varios casos se ha informado de que algunas adolescentes han quedado en estado de embarazo".

Desaparición de niños

El informe subraya igualmente que se ha tenido conocimiento de la presunta desaparición de niños y niñas, entre los 9 y los 14 años en el mes de mayo, por hombres que se movilizan en camionetas en Altos de Cazucá.

Precisa que "estos hombres abordan a los niños después de la jornada escolar y se valen de todo tipo de estrategia para secuestrarlos, como el engaño, el ofrecimiento de regalos e incluso el uso de la fuerza".

Anota que las presuntas desapariciones podrían tener como finalidad "el reclutamiento forzado de niños y adolescentes".

Recomendaciones

La Defensoría del Pueblo recomienda al Ministerio del Interior "mantener la declaratoria de alerta temprana y orientar a las autoridades competentes para que se adopten las medidas adecuadas y eficaces para disuadir, mitigar o controlar el riesgo que continúa afectando a la población (...)".

Solicita a la Alcaldía de Soacha, en coordinación con la Gobernación de Cundinamarca, "implementar una ruta de protección específica para proteger oportuna y efectivamente los derechos a la vida, la libertad, integridad o seguridad personal de líderes comunitarios de las comunas focalizadas".

A la Dirección de la Policía Nacional le pide adoptar las medidas necesarias para prevenir violaciones de los derechos humanos.

Igualmente, la Defensoría recomienda al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) "diseñar con carácter urgente un programa de atención especializado para los niños, niñas adolescentes y jóvenes..."

A los ministerios de Defensa y del Interior les pide que adopten las medidas efectivas "para salvaguardar los derechos humanos de la población que habita los territorios señalados en la localización de riesgo".

A la Fiscalía General de la Nación, el Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría recomienda que "investigue a quienes utilizan y reclutan ilegalmente a las niñas, los niños, las y los adolescentes en el contexto del conflicto interno".

Testimonios

Pero sólo quienes habitan en estos lugares de Soacha, en los límites con Bogotá, saben lo que pasa cuando caen las sombras y el panorama cambia.

Es la ley de la selva, los padres de familia, recogen a sus hijos y los esconden para alejarlos de los "depredadores".

En el día, cuando el sol alumbra y se refleja en los techos de zinc de las humildes casas desparramadas por los cerros de Ciudad Bolívar, Altos de Cazucá y otros sectores limítrofes entre la capital del país y Soacha, todo parece tranquilo y pintoresco.

Don Humberto dice que después de las 9 de la noche no deja salir a sus hijos porque teme que caigan en los enfrentamientos que permanentemente ocurren en el lugar y le preocupa, cuando van al colegio, que sean amenazados o alguien se los lleve.

Los muchachos venciendo el temor, salen en el día a sus labores cotidianas, pero saben que no pueden arriesgarse porque las amenazas son latentes.

Raúl, un hombre de 27 años, señala que a través de panfletos los grupos armados amenazan con acabar con "las puticas del barrio" y advierten "que los niños juiciosos se van a dormir con la mamá y los otros los ponen a dormir ellos".

Agrega que después de las 9 de la noche todo el comercio cierra y no se consigue una tienda "ni para comprar una panela".

Miguel, un niño de 14 años, subraya que sus papás no lo dejan salir de noche y que le da miedo por las amenazas escritas o porque de pronto se lo lleven "esos señores", que se identifican como 'Águilas negras'.

Por su parte, el personero de Soacha, Henry Sosa, quien está amenazado, conoce como nadie en el terreno y los riesgos que padece la población.

Dice que los niños y jóvenes siguen siendo reclutados a la fuerza porque los ilegales aprovechan el momento económico de los padres, el abandono de sus hijos y la situación de los menores para convencerlos o integrarlos a la fuerza a sus bandas criminales.

Indica que los grupos ilegales emplean las amenazas de muerte como táctica para aterrorizar a la población civil y revela que han asesinado a varios dirigentes comunales.