De un ‘hilo’ de acero pende la vida de los habitantes de Rosas, Cauca

Son varias las veredas que quedaron incomunicadas tras el movimiento de toda una montaña, que terminó sepultando la vía panamericana en el kilómetro 75 en el municipio de Rosas en el departamento del Cauca. 

Del otro lado del deslizamiento, es decir en la parte sur, unos mil habitantes están totalmente incomunicados con el casco urbano, no tienen energía, las quebradas que les suministraban el agua están represadas y a diario tienen que ver como los deslizamientos se llevan lo poco que les queda. 

RCN Radio llegó hasta la vereda Chontaduro, prácticamente partida en dos. En este lugar, los habitantes están utilizando, ‘Tarabita’ que, es un sistema de cables con poleas y una canasta colgada a más de 50 metros de altura para pasar sus alimentos y atravesar ellos mismos e ir de un lugar a otro. 

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“Son más de 1.500 metros que tienen una capacidad de 250 kilos. Mi esposo siempre ha trabajado con la tarabita porque era la forma de sacar lo producido en el cultivo de sandía, y con la ayuda de la comunidad se instaló aquí para solucionar en algo el transporte”, cuenta  Zenaida Arboleda, una de las habitantes. 

En la canastilla elaborada de forma artesanal, pasan las ayudas que se hacen llegar a estas verdades y se transportan de a dos personas desde Chontaduro hasta el corregimiento de Parraga, pasando por encima de los metros cúbicos de tierra que sepultaron la panamericana. 

Son por lo menos unas 10 personas las que deben estar de un lado y el otro para poder tirar de una cuerda y así arrastrar la canasta por el cable de acero, cuando la gravedad se pone en contra, antes de llegar al lugar de destino. 

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Berlín Hernández, es un líder de la vereda Chontaduro, mientras nos contaba lo que tienen que vivir a diario, desde la montaña que ya está afectada, se desprendió un nuevo deslizamiento de tierra.

“Esto es lo que nos está pasando, a esto nos estamos enfrentando y este es nuestro único medio de transporte. Esto pasa todos los días. Al gobierno le decimos que no es solo la vía panamericana, nosotros también somos un pedacito de Colombia”, nos cuenta, solo segundos después del deslizamiento.
 

Así han pasado más de una semana y al menos durante un buen tiempo, es lo que deberán enfrentar mientras se encuentra una solución definitiva.