Cargando contenido

Ahora en vivo

Seleccione la señal de su ciudad

En la virtualidad Pasto vivió el Carnaval
Diego Burgos

Nadie se imaginaba que en este 2021 el Carnaval de Negros y Blancos no iba a recorrer la senda del carnaval, que los niños no iban a caminar mostrando sus creaciones, que el homenaje a la pacha mama con los colectivos coreográficos no iban a retumbar por las calles de la ciudad.

Que la historia del magno evento no se iba a contar con estampas, que el cosmético no acariciaría los rostros de los pastusos o de los turistas, que el coro: ¡Está es, está es!, no se iba a entonar en la senda, que los artistas iban a despertar un seis de enero en sus camas y no trabajando en una carroza o un disfraz. 

Situaciones que nadie se las imaginaba, sin embargo, Pasto sin carnaval no hubiera sido posible, es una tradición que nace desde la sangre, que se plasma en cada una de las muestras que enmarcan el magno evento. 

Este año la virtualidad encendió aún más ese valor por el carnaval, ya que la alegría que encierran  las modalidades no se apagó, sin embargo, la nostalgia de no poder salir a las calles e impacto en este año. 

Lea también: No existe evidencia de la presencia de cepa del Reino Unido en Colombia: Duque

Elizabeth Eraso Enríquez una de las habitantes de Pasto destacó que "la unión de los artistas y solidaridad que tuvieron para participar y no competir, se pone en duda el aporte a los artistas, porque tuvieron que desde sus propios bolsillos sacar los recursos y cumplir con la misión de que el carnaval no ha muerto a pesar de la crisis". 

"Fue una oportunidad este carnaval, para recordar lo que significa el Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, que en esta oportunidad se pudo aprovechar las tecnologías para mostrar desde la notas musicales y el talento de los artesanos la cultura a nivel mundial", dijo otro de los habitantes de la ciudad. 

"Se pudo apreciar el arte del carnaval, donde se notó el color que tiene, aunque no hubo juego, es mucho lo que se reconoce del trabajo que tienen quienes son la esencia del carnaval", dijo por su parte  Nicolás Torres, quien cada año asiste a la fiesta. 

Vivir el carnaval desde un sitio cerrado, no fue un impedimento para Javier Camacho, un artista que lleva años trabajando en la elaboración de carrozas, "se siente el sin sabor que deja no poder disfrutar de un seis de enero". 

"Tuvimos una pequeña carroza, la cual plasmó la tristeza de no poder admirar la grandes carrozas, la nostalgia no se puede ocultar, el de no haber podido vivir el carnaval, es un resentimiento que queda, pero hoy lo más valioso es la vida, sin vida no podríamos volver a disfrutar de nuestras fiestas", indicó Camacho. 

No se sabe que pase en un año, deberemos vivir nuevamente un Carnaval virtual, solo el tiempo lo dirá. 

Escrita por: Diego Camilo Burgos. 

 

Fuente

Sistema Integrado de Información

Encuentre más contenidos

Fin del contenido.