Tenga en cuenta los signos de alarma ante el suicidio

El registro de cifras de intento de suicidio en el país, tienen en alerta a las autoridades de salud a nivel nacional, debido a los casos que inclusive se podrían generar como parte de los efectos de la pandemia del Covid-19.

De acuerdo a las cifras del Instituto Nacional de Salud (INS), en el año 2019 se presentaron 30.539 casos de intento de suicidio en el país.

El Ministerio de Salud confirmó a su vez que, en lo que va corrido del año 2020, el número de casos de intento de suicidio ha disminuido, en comparación con el 2019.

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Así mismo, recordó que en el 2018 se presentaron 28.615 casos de intento de suicidio, lo que representa 78 casos al día.

Según la entidad, el 63,4% de estos intentos se presentaron en mujeres, 80,5% en las cabeceras municipales y 73,5% en personas entre los 10 y los 29 años de edad.

“Si bien hay una disminución en las cifras de suicidio en 2020 frente al 2019, cuando se presentaron 30.539 casos, estamos viviendo en sociedad emociones y sentimientos que generan gran sufrimiento en las personas, familias y comunidades”, dijo el viceministro Alexander Moscoso.

El funcionario añadió que en el corto y mediano plazo situaciones como crisis económicas, la muerte de un ser querido, el desempleo, la enfermedad o la discapacidad, pueden representar un reto en salud pública.

“Para hacer frente a este fenómeno como es la conducta suicida, lo importante es preguntar, acompañar, dar empatía, compasión, preocupación genuina, conocer los recursos disponibles y el deseo de ayudar, como elementos clave para salvar una vida”, manifestó.

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Dijo que el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses registró para 2018 el mayor número de muertes por suicidio en la última década, equivalente al 10,4 % de las muertes por causa externa y siendo predominante entre hombres (82,34 %) y personas entre los 20 a 39 años de edad (43,36 %).

“En ese sentido, es importante que todos reconozcamos los signos de alarma ante el suicidio, pues desde ahí podríamos estar salvado una vida”, dijo.

 Pero, más allá de las cifras, según las autoridades, las personas con conducta suicida afrontan un gran sufrimiento emocional relacionado con factores estresantes; interacciones familiares, conyugales e interpersonales; estigmatización, problemas laborales y desigualdad social, entre otros.

Estos factores estresantes, el marco de las vivencias y las experiencias personales, sobrepasan los recursos propios para resolverlas.

"Por esto es tan importante fortalecer las capacidades de las personas, las familias y las comunidades para afrontar los retos que impone vida cotidiana, y esa es una de las prioridades intersectoriales de política pública en materia de salud mental", puntualizó.